martes, 25 de mayo de 2021

Un nuevo y «antiguo ministerio»: el de catequista (II)

Un ministerio laical

El Papa instituyó este nuevo (y antiguo) ministerio de catequista, por tanto, como un "ministerio laical", pues los laicos, en su vida cotidiana, "tiene relaciones familiares y sociales" que les permiten vivenciar la realidad concreta del mundo en que vivimos y traducimos los términos de la fe.

Así define el papa Francisco este ministerio: "El catequista es llamado, en primer lugar, a expresar su competencia en el servicio pastoral de la transmisión de la fe que se desenvuelve en sus diferentes etapas: del primer anuncio que introduce al Kerigma a la instrucción que nos vuelve conscientes de la vida nueva en Cristo y prepara, en especial, a los sacramentos de la iniciación cristiana hasta la formación permanente, que permite a cada bautizado estar preparado a responder a quien le pida razón de su esperanza".

Como en la educación en general, la Catequesis puede y debe ser constantemente actualizada en sus "metodologías e instrumentos", afirma el Papa, para que el Evangelio sea anunciado con creatividad. "Fidelidad al pasado y responsabilidad con el presente son las condiciones indispensables para que la Iglesia pueda desenvolver su misión en el mundo".

El rito de la institución del ministerio será elaborado y publicado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Las conferencias episcopales deberán presentar una propuesta de formación a los catequistas, conforme a su realidad local. Corresponderá a los obispos diocesanos hacer el discernimiento sobre la misión del catequista y a quien instituirlo.

Será "hombres y mujeres de fe profunda y madurez humana, que tengan una participación activa en la vida de la comunidad cristiana", afirma el Santo Padre.

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