En su homilía en Casa Santa Marta, Francisco explicó que el amor de Dios es infinito pero se manifiesta a través de la pequeñez y la ternura, no con grandes discursos.
FRANCISCO
“¿Y qué dice? No dice: “Creo que Dios es así. He entendido el amor de Dios”. No, no… He practicado “en pequeño” el amor de Dios. He dado de comer al hambriento, he dado de beber al sediento, he visitado al enfermo, al encarcelado. Las obras de misericordia son precisamente el camino de amor que Jesús nos enseña en continuidad con este amor de Dios grande”.
Por último, el Papa recordó que Dios siempre es el primero que ama y espera como lo hace un padre.
EXTRACTOS DE LA HOMILÍA DEL PAPA
“Dios es así: siempre primero. Nos espera primero, nos ama primero, nos ayuda primero”.
“No. Escuchemos: ‘Yo he enseñado a caminar a mi pueblo, lo llevaba en los brazos. Cuidaba de ellos”. En brazos, cercano: como un papá”.
Dios, ¿cómo manifiesta el amor? ¿Con las cosas grandes? No: se empequeñece, se empequeñece, se empequeñece, con estos gestos de ternura, de bondad. Se hace pequeño.
Se acerca. Y con esta cercanía, con este empequeñecimiento, Él nos hace entender la grandeza del amor. Lo grande se entiende a través de lo pequeño.
Cuando Jesús quiere enseñarnos cómo debe ser la actitud cristiana, nos dice pocas cosas, nos hace ver aquel famoso protocolo en base al cual seremos todos juzgados (Mateo 25) ¿Y qué cosa dice? No dice: “Yo pienso que Dios es así. He entendido el amor de Dios”. No, no… Yo he hecho ‘en pequeño’ el amor de Dios. He dado de comer al hambriento, he dado de beber al sediento, he visitado al enfermo, al encarcelado. Las obras de misericordia son precisamente el camino de amor que Jesús nos enseña en continuidad con este amor de Dios, ¡grande!
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