Todos nacemos y morimos una vez. Jesús murió, y cuando alguien muere se dispone su cuerpo con cuidado, quizás para significar que creemos que resucitaremos algún día. Jesús nos dijo que no estamos destinados a la muerte, sino a vivir en la eternidad. Así, los amigos de Jesús trataron con cuidado especial el cuerpo de Jesús, según la tradición judía. Lo colocaron en un sepulcro que cerraron con una losa. Pero de pronto, apareció vacío.
El Sagrario queda abierto y vacío el Viernes Santo en las iglesias para que nos demos cuenta cuán vacía es la vida sin Jesús.
Viernes Santo... Jesús en la cruz...
Estamos tan acostumbrados a ver la imagen de Jesús en la cruz, que no nos damos cuenta de muchas cosas...
Por ejemplo, ¿sabes a quiénes estaba reservado el suplicio de la cruz? A los bandidos y a los esclavos fugados de la casa de sus amos y luego atrapados. ¡Los esclavos eran considerados como animales! Como ves, Jesús padeció una muerte no sólo atroz y cruel, sino vergonzosa y humillante.
Viernes Santo... Jesús en la cruz...
Estamos tan acostumbrados a ver la imagen de Jesús en la cruz, que no nos damos cuenta de muchas cosas...
Por ejemplo, ¿sabes a quiénes estaba reservado el suplicio de la cruz? A los bandidos y a los esclavos fugados de la casa de sus amos y luego atrapados. ¡Los esclavos eran considerados como animales! Como ves, Jesús padeció una muerte no sólo atroz y cruel, sino vergonzosa y humillante.
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