viernes, 29 de marzo de 2013

El silencio de la muerte

En la noche de aquella tumba no hay màs que silencio. En el exterior sòlo los aburridos comentarios de los guardias en medio de la oscuridad. La muerte parece haber logrado su victoria. La gran verdad de la vida es que todo viviente muere. Entre todos los seres vivos que se resisten a la muerte, el hombre es el ùnico que sabe que tiene que morir. Jesùs que abriò los ojos al ciego, no pudo impedir su propia muerte (Jn 11, 37). No evitò la muerte, ni lo intentò.
 
Ese enigma de la muerte, que lo es para todos los hombres, tambièn fue experiencia de Jesùs. ¿Què existe detràs de ese muro? Nadie regresa del màs allà para informarnos, nadie nos da la certeza siempre buscada por el hombre en todas las civilizaciones. ¿Hay algo? ¿Alguien? ¿O todo es nada? Ese silencio universal y de siempre se ha condensado en un sepulcro: el de Jesùs.
 
En ese silencio de muerte, donde todo ha acabado, donde parece que la vida se ha apagado para siempre, es donde va a comenzar la VERDADERA HISTORIA DE LA VIDA.