martes, 23 de enero de 2018

El Padre Ángel será el Pregonero de la Semana Santa Padronesa


El próximo 17 de marzo, a las 20:00 h, en la iglesia parroquial, el conocido P. Ángel -fundador y presidente de la ONG "Mensajeros de la Paz"- será el encargado de abrir el programa de la Semana Santa padronesa 2018, con la lectura del tradicional pregón.

El pregón del P. Ángel, servirá para inaugurar oficialmente del programa de actos de la Semana Santa, en cuya organización, trabajan ya, junto con el párroco, las dos cofradías de la capital del Sar.

En palabras de Antonio Fernández, vicecofrade mayor de la Cofradía del Santo Entierro, "se trata de una buena noticia para nuestra parroquia, y también para nuestra cofradía, porque el padre Ángel es todo un ejemplo. Seguro que sus palabras nos servirán para vivir mejor la Semana Santa en nuestro pueblo".


domingo, 21 de enero de 2018

Carta Pastoral con motivo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos

El arzobispo pide a los diocesanos perseverar “en la oración por la unidad” de los cristianos

Monseñor Barrio asegura que ello ha de “reflejarse en nuestra exigencia caritativa con los pobres, marginados y quienes no cuentan en nuestra sociedad”

En una Carta Pastoral con motivo de la celebración de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, a celebrar del 18 al 25 de enero, el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio, recuerda que “nuestro compromiso ecuménico es una misión que se nos ha confiado” y que “la unidad que el Espíritu fomenta en la Iglesia es inseparable de la misión y ésta se actualiza en el hoy histórico al estilo de Jesús”. En la carta, el arzobispo indica que “mientras estamos en camino hacia la plena comunión entre nosotros, ya podemos desarrollar múltiples formas de colaboración, trabajar juntos para favorecer la difusión del Evangelio”. Además, monseñor Barrio señala que el anhelo de unidad “ha de reflejarse en nuestra exigencia caritativa con los pobres, marginados y quienes no cuentan en nuestra sociedad. Así lo hemos de vivir en nuestra Iglesia compostelana que ha de estar siempre cercana a las personas cualesquiera que sean las circunstancias en que se encuentren”. El arzobispo pide a los diocesanos perseverar “en la oración por la unidad, atentos a las llamadas del Señor y convencidos de su providencia”.

El arzobispo explica, también, que este año los textos para trabajar a lo largo de la Semana de Oración han sido elaborados por un equipo internacional del Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos y de la Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias, junto con un equipo ecuménico formado por los responsables de la Conferencia de Iglesias del Caribe y la Conferencia Episcopal de las Antillas. Monseñor Barrio recuerda que ha sido la “experiencia histórica y cristiana de esta Región del Caribe, marcada por los forzados desplazamientos de sus habitantes, la esclavitud de sus pueblos y los procesos de liberación animados por la acogida de la Buena Nueva del Señor”, la que motivó a los organizadores a “elegir para este octavario de Oración por la Unidad este lema: “Fue tu diestra quien lo hizo, Señor, resplandeciente de poder” (Éxodo 15, 1-21)”.

En la Archidiócesis de Santiago habrá celebraciones en Pontevedra, A Coruña y Santiago. La de Pontevedra tendrá lugar el próximo día 19 de enero, a partir de las 20:00 h. en la Iglesia Parroquial de San José. En A Coruña se llevará a cabo el día 24 de enero, en la Iglesia Parroquial de San Jorge, también a las 20:00 h. Y en Santiago el encuentro se realizará el día 25 en la Iglesia del Colegio de Nuestra Señora de los Remedios (Rúa Orfas, 3), también a partir de las 20:00 h.

El encuentro en Compostela lo presidirá el arzobispo y el de A Coruña, el obispo auxiliar.

martes, 16 de enero de 2018

Pasatiempos del III Domingo del Tiempo ordinario B




¿Quién es Don Alonso de la Peña Montenegro?

En la parroquia de Iria, en su iglesia parroquial, encontramos una capilla dedicada a San Ildefonso.  

Se conoce también como Capilla de Quito, porque fue mandada construir por el ilustre eclesiástico padronés Alonso de la Peña Montenegro, quien fue obispo de Quito. 

Pero, ¿qué sabemos de Don Alonso de la Peña Montenegro? A continuación, exponemos una breve biografía. 

Alonso de la Peña Montenegro nació en la villa de Padrón, y fue bautizado el 29 de abril de 1596, en la iglesia de la colegiata de Santa María, de la misma población. 

Sus padres fueron Don Domingo de la Peña y Doña Mayor Faveyra, ambos de familia honrada y distinguida. Su carrera estudiantil es fulgurante. Recibe su primer título en la Universidad de Santiago de Compostela, como Bachiller en Artes y Filosofía. A los veintiún años logra el título de Licenciado y el de Maestro en las mismas materias, entrando a formar parte del claustro de la Universidad. 

A los veinticinco consigue el título de Bachillerato en Teología y dos años más tarde los de Licenciado y Doctor. A partir de esa fecha comienza a superar oposiciones, conjugando las tareas académicas con las funciones de dignatario eclesiástico. Empieza como canónigo magistral en la colegiata de su ciudad natal en 1623, para pasar después a desempeñar esta misma canonjía en la catedral de Mondoñedo en 1629. 

Viaja a Salamanca, con el fin de obtener las oposiciones a una beca de Teología vacante en el Colegio Viejo de San Bartolomé, donde también vence. En 1633 gana de nuevo las oposiciones para la Canonjía Magistral en la Catedral de Mondoñedo. En 1644 obtiene por oposición también la canonjía lectoral de Sagrada escritura en la catedral de Santiago de Compostela, lo que comportaba la obligación, dichosa para Peña Montenegro, de volver a impartir clases en la Universidad. Sorprendentemente, es nombrado Rector de la Universidad ese mismo año. Cuando vuelve a ocupar ese cargo en 1652, pues se desempeñaba anualmente, es elegido por el Rey Felipe IV para ser consagrado obispo de Quito. El nombramiento pontificio lo firma Inocencio X el 18 de agosto de 1653. Sin embargo, no es ordenado en España, sino que por los inconvenientes que se sucedían a un alargamiento de la sede vacante, parte para las Indias. Recibe la ordenación episcopal del Arzobispo Don Fray Cristóbal de Torres, en la ciudad de Cartagena. 

Llega finalmente a Quito en 1654. Comienza su episcopado con varias desaveniencias con el presidente de la Audiencia de Quito, Vázquez de Velasco, y con la Compañía de Jesús.

Es muy provechosa la visita pastoral que realiza en 1656 a toda la diócesis. La experiencia lograda es recogida en su «Itinerario para párrocos de Indios» publicado en Madrid en 1668, después de 14 años de ejercicio de su cargo. La profundidad de su obra refleja el perfecto conocimiento que tenía de los problemas de la diócesis, a pesar que su carácter no se caracterizara por la energía y firmeza. Muestra también del conocimiento que tenía de su diócesis es la carta que escribe el 19 de agosto de 1669 al pontífice Clemente IX dándole información al respecto. Por ella sabemos que en la ciudad de Quito había siete parroquias. En la diócesis había 205, la mitad regentadas por los regulares, quedando las restantes para los 500 clérigos diocesanos, algunos eminentes en letras, pero pobres, porque las mejores eran llevadas por los religiosos. 

En cuanto a las instituciones docentes, existía el seminario de San Luis, (llevado por los jesuitas, que a su vez regentaban la Universidad de San Gregorio), y dos colegios, uno en la misma capital y otro en Cuenca. 

La diócesis contaba también con ocho conventos de monjas, cuatro en la ciudad episcopal y cuatro en otras localidades. Por especiales circunstancias, teniendo ya 77 años de edad, se vio obligado a simultanear durante cuatro años y dos meses (desde marzo de 1674 hasta mayo de 1678) los cargos de obispo y de presidente interino de la Real Audiencia.

Además del «Itinerario», son conocidos también otros dos escritos de menor importancia. El primero de ellos es la contestación a la consulta del arzobispo limense don Melchor Liñán, en respuesta a la pragmática del virrey duque de la Plata contra las inmunidades eclesiásticas. El segundo, dirigido a Clemente IX, trata sobre el propósito de los dominicos de erigir una Universidad en Quito, donde ya existía la de los jesuitas. A pesar de la oposición de Alonso de la Peña Montenegro a su erección el proyecto se lleva a cabo poniendo en pie de igualdad a dominicos y jesuitas. 

Finalmente, después de 33 largos años gastados en servicio a su diócesis, murió el 12 de mayo de 1687, cuando llevaba un año con las facultades mentales mermadas.

lunes, 15 de enero de 2018

Vestimenta del Papa


El Papa, es el Obispo de Roma, por lo que, lo dicho en una entrada anterior, para los obispos, es totalmente aplicable al Papa. Pero..., ¿cuáles son las insignias propias de un PAPA?

La Sotana Blanca.

La Banda de Seda Blanca, adornada con el Escudo Papal.

El Solideo Blanco en la cabeza.

El Anillo del Pescador. 

El Pectoral.

La Capa Roja.

Las Sandalias color Vino.

La tiara: La tiara es la triple corona usada por los papas. Tiene la forma de una colmena circular, que en la parte superior tiene una cruz. A lo largo de esta colmena se colocaban tres coronas. De la parte posterior cuelgan dos ínfulas al igual que en las mitras, es decir, dos galones de tela en las que se borda el escudo de armas del papa.

El simbolismo de las tres coronas, representa a los tres poderes temporales.

La tiara se le colocaba al papa en su coronación, que se celebraba después de su elección como Romano Pontífice. Esta ceremonia hoy ha sido sustituida por la “Misa de Inicio de Pontificado”.

Después, los papas la usaban en las procesiones solemnes, en la proclamación de dogmas, y en las bendiciones Urbi et Orbi. En las Misas, los papas usaban la mitra, como los demás obispos. Sin embargo, la tiara se colocaba sobre el altar durante la celebración eucarística.

El beato Pablo VI abandonó el uso de la tiara papal al finalizar la segunda sesión del Concilio Vaticano II, colocándola de forma simbólica sobre el altar de la Basílica de San Pedro.

Fue Juan Pablo I quien, cuando fue electo, decidió que, en vez de coronación, celebraría una “Misa de inauguración del pontificado”.

Tras su repentina muerte, siendo electo san Juan Pablo II, éste decidió no ser coronado, y en la homilía de la Misa de inauguración de su pontificado dijo: “El último Papa en ser coronado fue Pablo VI en 1963, pero después de la ceremonia de la coronación solemne nunca usaron la tiara de nuevo y dejaron libre a sus Sucesores su decisión al respecto. El Papa Juan Pablo I, cuyo recuerdo está tan vivo en nuestros corazones, no deseó tener la tiara; ni tampoco su sucesor lo desea hoy. Éste no es el momento de regresar a una ceremonia y a un objeto considerado, erróneamente, como un símbolo del poder temporal de los Papas. Nuestro tiempo nos llama, nos exhorta, nos obliga a contemplar al Señor y sumergirnos en meditación humilde y devota sobre el misterio del poder supremo de Cristo mismo.

domingo, 14 de enero de 2018

El Papa: ¿Por qué es tan importante el silencio en la oración durante la Misa?

Audiencia general del miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano

“El silencio no se limita a la ausencia de palabras, sino que nos disponemos a escuchar otras voces: la de nuestro corazón y, sobre todo, la voz del Espíritu Santo”, dijo el papa Francisco este miércoles 10 de enero de 2018 en la audiencia general ante 7 mil fieles y peregrinos congregados debido al invierno en el Aula Pablo VI del Vaticano.

El Papa explicó hoy el significado del canto del gloria y de la oración colecta que forman parte de los ritos introductorios de la Santa Misa.

En este contexto, reiteró que orar durante la Eucaristía – por invitación del sacerdote – es tomar conciencia de estar en la presencia de Dios, además de manifestar desde el fondo del corazón las intenciones personales y participar activamente en la Misa.

Así, el Papa continuó con la serie de catequesis sobre la Eucaristía e insistió en el silencio que ayuda a la oración. Incluso invitó a meditar sobre los textos de la Biblia y la homilía aún después de terminar la celebración.

El canto del gloria 
“El canto del gloria comienza con las palabras de los ángeles en el nacimiento de Jesús en Belén”, explicó. De esta forma, se continúa con “aclamaciones de alabanza y agradecimiento a Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo”.

Indicó que el canto del gloria representa, “en cierto modo, un abrirse de la tierra al cielo en respuesta al inclinarse del cielo sobre la tierra”.

Oración colecta
Luego, el Papa señaló que tras el Gloria viene “la oración llamada colecta”.

“Con la expresión “oremos”, el sacerdote invita al pueblo a recogerse un momento en silencio, para que cada uno tome conciencia de estar en la presencia de Dios y formular en su espíritu sus deseos”, añadió.

En las pasadas audiencias generales sobre el tema, Francisco se enojó con quienes usan celulares en la Misa o chismorrean, en esta ocasión subrayó que “hacer silencio significa disponerse para escuchar la voz de nuestro corazón y sobre todo la del Espíritu Santo”.

“Durante el acto de penitencia y después de la invitación a la oración”, el silencio “ayuda a la meditación; después de la lectura o la homilía, es un llamado a meditar brevemente sobre lo que se ha escuchado; después de la Comunión, favorece la oración interior de alabanza y súplica”.

Entonces, “antes de la oración inicial, el silencio nos ayuda a reunirnos en nosotros mismos y pensar por qué estamos allí. Aquí está la importancia de escuchar nuestra alma y luego abrirla al Señor”.

Confía a Dios dolor, alegría, cansancios
“Tal vez – comentó- vengamos de días de trabajo, de alegría, de dolor, y queremos decirle al Señor, para invocar su ayuda, para pedirle que esté cerca de nosotros; tenemos familiares y amigos que están enfermos o que están pasando por pruebas difíciles; deseamos confiarle a Dios el destino de la Iglesia y del mundo”.

Por eso, necesitamos el “silencio antes de que el sacerdote, recogiendo las intenciones de cada uno, exprese en voz alta a Dios, en nombre de todos, la oración común que concluye los ritos de introducción, haciendo precisamente la “colección” de las intenciones individuales”.

El recuerdo del alma
En este sentido, el Papa recomendó a los sacerdotes que conserven este momento de “silencio y que no tengan prisa: “recemos”, y que sea silencioso. Recomiendo esto a los sacerdotes. Sin este silencio, corremos el riesgo de descuidar el recuerdo del alma”.

¿Cómo está compuesta la oración colecta? Primero se trata de una “invocación del nombre de Dios, y en la que se hace memoria de lo que él ha hecho por nosotros, y en segundo lugar, de una súplica para que intervenga”.

El “sacerdote – prosiguió – recita esta oración con los brazos abiertos imitando a Cristo sobre el madero de la cruz. En Cristo crucificado reconocemos al sacerdote que ofrece a Dios el culto agradable, es decir, el de la obediencia filial”.

Al final, saludó cordialmente a los peregrinos en varios idiomas. “Pidamos a la Virgen María que interceda por nosotros para que la Santa Misa sea de verdad una auténtica escuela de oración, en la que aprendamos a dirigirnos a Dios en cualquier momento de nuestra vida. Que el Señor los bendiga. Muchas gracias”.

sábado, 13 de enero de 2018

Ornamentos de los Obispos

Los Obispos (Obispos y Arzobispos) usan los mismos ornamentos que el Sacerdote cuando van a celebrar la Santa Misa. 

Fuera de estos ornamentos, el Arzobispo utiliza otros. Éstos son:

EL PALIO ARZOBISPAL: Banda de lana blanca en forma de collarín, adornada con seis cruces de seda negra. Es la insignia exclusiva de los arzobispos residenciales o metropolitanos. Es semejante a una estola y se utiliza a modo de escapulario. Es de tela blanca salpicada de cruces, que les envía el Papa como distintivo de su especial dignidad.

Tiene cuatro cruces situadas delante y detrás, a la derecha y a la izquierda. Así el obispo debe poseer vida, ciencia, doctrina y poder. Se relaciona también con las cuatro virtudes cardinales, teñidas de púrpura  por la fe en la Pasión de Cristo. En la parte anterior se representa la justicia: el prelado debe velar para dar a cada cual lo suyo. En la parte posterior, la prudencia: el prelado debe cuidarse de  dudas y pensamientos nocivos. A la izquierda, el coraje, para no sucumbir en la adversidad.  A la derecha, la templanza, para no descontrolarse en la prosperidad.

MITRA: La mitra es la toca alta y apuntada con la que se cubren la cabeza los obispos y otras personas eclesiásticas que tienen derecho a ello durante las celebraciones litúrgicas.

Su origen lo encontramos en el judaísmo antiguo, en el que los miembros del Sanedrín usaban un ornamento para la cabeza llamado Mitznefet. De ahí derivó la mitra que usan los obispos, y que se les impone durante su consagración episcopal.

A lo largo de la historia se les ha permitido usar la mitra a algunos ordinarios que no son obispos, como algunos abades o abadesas, a los que se les conoce como abad mitrado o abadesa mitrada.

ANILLO PASTORAL: En todos los tiempos y en prácticamente todos los pueblos, el anillo personificó el símbolo de autoridad, de dignidad y de preeminencia: él es para la mano lo que es la corona para la cabeza. De igual modo, el anillo episcopal contiene estas características, una vez que él refleja la eminente autoridad, la dignidad y la preeminencia del prelado que lo porta. Además, también es él un símbolo de la alianza espiritual que une al Obispo con su Iglesia.

BÁCULO: El báculo es el bastón con extremo curvado que usan los obispos en las celebraciones litúrgicas. Puede ser de madera, de marfil o de algún metal. Consta de dos partes: el palo o asta, que es el tronco principal; y el cayado o voluta, que es la curvatura superior.

El báculo representa la función de corregir, sostener y empujar que tienen los obispos, como se desprende de las palabras que se le decían al obispo recién consagrado cuando se le entregaba: “Recibe el báculo del oficio pastoral, para que seas piadosamente severo en la corrección de los vicios, para que mantengas el juicio sin ira, para que estimules los ánimos de los oyentes en el fomento de las virtudes, para que no abandones la censura de la severidad en la tranquilidad.”

Los obispos solo pueden usar el báculo en el territorio de su diócesis. Pero puede usarlo en cualquier lugar en donde celebra solemnemente con el consentimiento del ordinario del lugar (CE 59), aunque en ciertas celebraciones todos los obispos pueden usar el báculo, como en las ordenaciones. Si en una misma celebración hay varios obispos presentes, solo usa báculo el obispo que preside.

El obispo porta el báculo en la mano izquierda, con la curvatura dirigida hacia el pueblo.

Los abades y abadesas llamados “mitrados”, tienen derecho a usar el báculo. Ellos, sin embargo, lo portan en la mano derecha y no en la izquierda, para distinguirse de los obispos.

Habitualmente, se usa el báculo en las procesiones, para escuchar la proclamación del Evangelio, en la homilía, y para bendecir a las personas, salvo que deba de imponer las manos. 

SOLIDEO: El solideo es un casquete de seda que portan en la cabeza los obispos (cubre la parte de atrás de la cabeza) y otros clérigos. Los obispos lo usan morado; los cardenales rojo, y el papa blanco.

El nombre deriva de la expresión “soli Deo”, es decir, solo ante Dios. Por ello, siempre lo deben de quitar ante el Santísimo Sacramento. En la Misa, se lo deben quitar al inicio del prefacio y se lo vuelven a poner tras la Comunión.

Los cardenales y obispos se quitan también el solideo en el momento en que saludan al Santo Padre, como un símbolo de respeto.

CRUZ PECTORAL: La cruz pectoral es aquella que usan los obispos y algunos abades colgada al cuello como signo de su dignidad.

Los obispos la usan colgada de una cadena.

La cruz pectoral debe usarse también cuando los obispos se revisten para celebrar una función litúrgica. En estos casos, es indiferente si la colocan por encima o por debajo de la casulla, o de la capa pluvial.





Misas e intenciones de Padrón


Misas e intenciones de Iria



viernes, 12 de enero de 2018

Vestiduras del Sacerdote

CASULLAVestidura Sagrada que se pone sobre el alba y que sirve para celebrar la Misa. Está abierta por lo alto, para que entre la cabeza, y por los lados; cae por delante y por detrás desde los hombros hasta media pierna. 

La casulla es la vestimenta litúrgica que ha venido a caracterizar sobre todo la celebración eucarística. El presbítero o el obispo que preside la Eucaristía se reviste la casulla: su nombre ya indica que es como una especie de "casa pequeña", a modo de manto amplio que cubre a la persona (como el "poncho" americano actual).  




Las hay en diferentes colores. Cada color nos indica algo:

Blanco: Representa las fiestas y solemnidades.

Verde: Se utiliza en el tiempo ordinario.

Rojo: Representa las fiestas de los mártires y misas especiales de los santos.

Morado: Para la Semana Santa y cuaresma, así como para la misa de difuntos.

ALBAEs una amplia túnica que cubre el cuerpo de arriba a abajo y se sujeta a la cintura con un cíngulo, simboliza la pureza del corazón que el sacerdote ha de llevar al altar.

CÍNGULO: Cordón o cinta de seda o de lino, con una borla a cada extremo, que sirve para ceñir el alba.


Monseñor Barrio pidió hacer fructificar el “talento” del Nuevo Año

El arzobispo de Santiago ha tenido en este tiempo de Navidad una densa agenda de actos litúrgicos y pastorales. Uno de ellos fue la Misa de Año Nuevo, el 1 de enero, Jornada de la Paz, en la Catedral de Compostela, una jornada dedicada a la Madre de Dios. En su homilía, monseñor Julián Barrio, nos dijo que al comienzo del año recordamos a María como “figura y modelo de fe de la Iglesia, protagonista de la historia de la salvación como madre de Dios, mujer que dijo sí al proyecto divino”.

Monseñor Barrio se refirió también a los migrantes y refugiados, a quienes este año estaba dedicada especialmente la Jornada de la Paz, por deseo del papa Francisco. “Es preciso”, explicaba el arzobispo, “saber descubrir que estas personas traen consigo valentía, capacidad, energía y justas aspiraciones además de su propia cultura. Los puntos cardinales para orientarnos en esta situación son: acoger, proteger, promover e integrar”.

Del Año Nuevo, monseñor Barrio dijo que “lo recibimos de las manos de Dios como un “talento” precioso que hemos de hacer fructificar, y como una ocasión providencial para contribuir a realizar el reino de Dios”.

Tras celebrar la Misa de Gallo y la de Navidad en la Catedral, en días posteriores el arzobispo compostelano presidió la Eucaristía en las Religiosas de María Inmaculada, en Santiago, y en la parroquia de San Esteban de Noalla. Tuvo, además, un encuentro con el clero joven de la Archidiócesis y una reunión de trabajo con responsables y colaboradores de la Delegación de Medios de Comunicación Social. Y como todos los años, monseñor Barrio presidió la solemne celebración de la Traslación del Apóstol.

En días previos a la Navidad, el arzobispo había realizado visitas al centro penitenciario de Teixeiro y a la planta de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago.

jueves, 11 de enero de 2018

Messi, la Virgen y una promesa… si Argentina gana el mundial

Una sencilla promesa que de inmediato causó gran revuelo

Era un diálogo con un periodista en la víspera de un nuevo amistoso internacional preparatorio para la Copa del Mundo. Y con una sencilla promesa el futbolista Lionel Messi causó inmediato revuelo. El 10 del Barcelona y de la selección argentina prometió que si la Argentina sale campeona del Mundo peregrina, desde su casa, hasta el santuario mariano de San Nicolás.

El periodista de TyCSports Martín Arevalo le propuso “Si salimos campeones del mundo, ¿vamos caminando a Luján, o San Nicolás”? Messi se rió, pensó, y respondió pensando en el santuario que está más cerca de sus pagos, un santuario que nació y creció prácticamente con él, a apenas 50 kilómetros de su Arroyo Seco natal: “sí sí, obvio, a San Nicolás”. Y selló su compromiso estrechando la mano del periodista.

Al tiempo Sergio “el Kun” Agüero se unió a la promesa. Preocupado por no tener que salir desde Buenos Aires hasta el santuario de María de San Nicolás, lo que sería cerca de 300 kilómetros, el Kun se sumó al compromiso pero saliendo desde la casa de Messi. Y al enterarse que serían 50 kilómetros aseguró: “al trote”.

En San Nicolás los esperarían con los brazos abiertos, e incluso lo irían a buscar. El portal Infocielo consultó al concejal Manuel Passaglia, a cargo de la intendencia de San Nicolás de los Arroyos, si lo recibiría. Y respondió que lo esperan a Messi con un asado, y lo acompañaría caminando “desde la puerta de la casa”.

El santuario de María del Rosario de San Nicolás tiene una historia muy reciente. La devoción nace con unas acontecimientos ocurridos cuatro años antes de que cerca de allí, en Rosario, nazca Lionel Messi. En 1983, varios rosarios en varias casas de San Nicolás se habrían iluminado misteriosamente.

El 25 de septiembre de ese año, mientras rezaba ante este extraño acontecimiento, la Virgen se le habría aparecido a una laica madre de familia, y le pidió que buscase una imagen de ella que había sido bendecida por un Papa y estaba olvidada. Una imagen de esas características fue encontrada en el campanario de la catedral de la diócesis, y era una Virgen del Rosario.

Un par de años después, se comenzó a construir el templo que hoy acoge a cientos de miles anualmente, cuya obra se llevó adelante durante 28 años con el apoyo de los sucesivos Obispos y la generosa contribución económica de los peregrinos. En su totalidad, el santuario se terminó de erigir en 2014 en el popularmente conocido como “el campito”, a la vera del río Paraná.

Las peregrinaciones a pie, caballo, o transporte motorizado desde distintos puntos del hicieron de San Nicolás uno de los centros de peregrinación más concurridos de la Argentina. La más importante es la de cada 25 de septiembre. La final del Mundial de Rusia 2018 se jugará el 15 de julio. ¿Estará Messi en la casa de la Virgen el 25 de septiembre del año que viene?

miércoles, 10 de enero de 2018

Bautizos en la Capilla Sixtina

El próximo domingo, fiesta del Bautismo del Señor en Roma, el papa Francisco celebrará la Santa Misa en la Capilla Sixtina y bautizará a algunos niños. La Misa la celebrará en el altar original de la Capilla, con lo cuál no estará viendo al pueblo.

Es preciso aclarar que el rito romano actual contempla la posibilidad de celebrar viendo hacia el pueblo (versus populum) o, mirando hacia Dios (versum Deum), a lo que también se le conoce como celebrar al oriente (ad orientem). Es frecuente que se diga que se celebra “de espaldas al pueblo”, pero esta expresión solo significa la posición del celebrante respecto al pueblo, y no frente a Dios. Por eso, es mejor decirle “hacia Dios” o al oriente.


martes, 9 de enero de 2018

Homilía del Papa Francisco en la Epifanía del Señor

El Papa Francisco presidió la Misa de la Solemnidad de la Epifanía del Señor este sábado 6 de enero en la Basílica de San Pedro del Vaticano y animó a seguir la verdadera Estrella que lleva a Jesús y no las estrellas deslumbrantes del éxito, el dinero y los placeres que más que estrellas “son meteoritos que sólo brillan un momento”.

“La estrella del Señor no siempre es deslumbrante, pero está siempre presente: te lleva de la mano en la vida, te acompaña. No promete recompensas materiales, pero garantiza la paz y da, como a los Magos, una ‘inmensa alegría’. Nos pide, sin embargo, que caminemos”.

A continuación, el texto completo de la homilía del Papa Francisco:

Son tres los gestos de los Magos que guían nuestro viaje al encuentro del Señor, que hoy se nos manifiesta como luz y salvación para todos los pueblos. Los Reyes Magos ven la estrella, caminan y ofrecen regalos.

Ver la estrella. Es el punto de partida. Pero podríamos preguntarnos, ¿por qué sólo vieron la estrella los Magos? Tal vez porque eran pocas las personas que alzaron la vista al cielo. Con frecuencia en la vida nos contentamos con mirar al suelo: nos basta la salud, algo de dinero y un poco de diversión.

Y me pregunto: ¿Sabemos todavía levantar la vista al cielo? ¿Sabemos soñar, desear a Dios, esperar su novedad, o nos dejamos llevar por la vida como una rama seca al viento? Los Reyes Magos no se conformaron con ir tirando, con vivir al día. Entendieron que, para vivir realmente, se necesita una meta alta y por eso hay que mirar hacia arriba.

Y podríamos preguntarnos todavía, ¿por qué, de entre los que miraban al cielo, muchos no siguieron esa estrella, «su estrella» (Mt 2, 2)? Quizás porque no era una estrella llamativa, que brillaba más que otras. El Evangelio dice que era una estrella que los Magos vieron «salir» (vv. 2.9). La estrella de Jesús no ciega, no aturde, sino que invita suavemente. Podemos preguntarnos qué estrella seguimos en la vida.


Hay estrellas deslumbrantes, que despiertan emociones fuertes, pero que no orientan en el camino. Esto es lo que sucede con el éxito, el dinero, la carrera, los honores, los placeres buscados como finalidad en la vida. Son meteoritos: brillan un momento, pero pronto se estrellan y su brillo se desvanece. Son estrellas fugaces que, en vez de orientar, despistan.

En cambio, la estrella del Señor no siempre es deslumbrante, pero está siempre presente: te lleva de la mano en la vida, te acompaña. No promete recompensas materiales, pero garantiza la paz y da, como a los Magos, una «inmensa alegría» (Mt 2,10). Nos pide, sin embargo, que caminemos.

Caminar, la segunda acción de los Magos, es esencial para encontrar a Jesús. Su estrella, de hecho, requiere la decisión del camino, el esfuerzo diario de la marcha; pide que nos liberemos del peso inútil y de la fastuosidad gravosa, que son un estorbo, y que aceptemos los imprevistos que no aparecen en el mapa de una vida tranquila. Jesús se deja encontrar por quien lo busca, pero para buscarlo hay que moverse, salir.

No esperar; arriesgar. No quedarse quieto; avanzar. Jesús es exigente: a quien lo busca, le propone que deje el sillón de las comodidades mundanas y el calor agradable de sus estufas. Seguir a Jesús no es como un protocolo de cortesía que hay que respetar, sino un éxodo que hay que vivir.

Dios, que liberó a su pueblo a través de la travesía del éxodo y llamó a nuevos pueblos para que siguieran su estrella, da la libertad y distribuye la alegría siempre y sólo en el camino. En otras palabras, para encontrar a Jesús debemos dejar el miedo a involucrarnos, la satisfacción de sentirse ya al final, la pereza de no pedir ya nada a la vida.

Tenemos que arriesgarnos, para encontrarnos sencillamente con un Niño. Pero vale inmensamente la pena, porque encontrando a ese Niño, descubriendo su ternura y su amor, nos encontramos a nosotros mismos.

Ponerse en camino no es fácil. El Evangelio nos lo enseña a través de diversos personajes. Está Herodes, turbado por el temor de que el nacimiento de un rey amenace su poder. Por eso organiza reuniones y envía a otros a que se informen; pero él no se mueve, está encerrado en su palacio. Incluso «toda Jerusalén» (v. 3) tiene miedo: miedo a la novedad de Dios. Prefiere que todo permanezca como antes y nadie tiene el valor de ir.

La tentación de los sacerdotes y de los escribas es más sutil. Ellos conocen el lugar exacto y se lo indican a Herodes, citando también la antigua profecía. Lo saben, pero no dan un paso hacia Belén. Puede ser la tentación de los que creen desde hace mucho tiempo: se discute de la fe, como de algo que ya se sabe, pero no se arriesga personalmente por el Señor. Se habla, pero no se reza; hay queja, pero no se hace el bien.

Los Magos, sin embargo, hablan poco y caminan mucho. Aunque desconocen las verdades de la fe, están ansiosos y en camino, como lo demuestran los verbos del Evangelio: «Venimos a adorarlo» (v. 2), «se pusieron en camino; entrando, cayeron de rodillas; volvieron» (cf. vv. 9.11.12): siempre en movimiento.

Ofrecer. Cuando los Magos llegan al lugar donde está Jesús, después del largo viaje, hacen como él: dan. Jesús está allí para ofrecer la vida, ellos ofrecen sus valiosos bienes: oro, incienso y mirra. El Evangelio se realiza cuando el camino de la vida llega al don. Dar gratuitamente, por el Señor, sin esperar nada a cambio: esta es la señal segura de que se ha encontrado a Jesús, que dice: «Gratis habéis recibido, dad gratis» (Mt 10,8).

Hacer el bien sin cálculos, incluso cuando nadie nos lo pide, incluso cuando no ganamos nada con ello, incluso cuando no nos gusta. Dios quiere esto. Él, que se ha hecho pequeño por nosotros, nos pide que ofrezcamos algo para sus hermanos más pequeños. ¿Quiénes son? Son precisamente aquellos que no tienen nada para dar a cambio, como el necesitado, el que pasa hambre, el forastero, el que está en la cárcel, el pobre (cf. Mt 25,31-46).

Ofrecer un don grato a Jesús es cuidar a un enfermo, dedicarle tiempo a una persona difícil, ayudar a alguien que no nos resulta interesante, ofrecer el perdón a quien nos ha ofendido. Son dones gratuitos, no pueden faltar en la vida cristiana. De lo contrario, nos recuerda Jesús, si amamos a los que nos aman, hacemos como los paganos (cf. Mt 5,46-47). Miremos nuestras manos, a menudo vacías de amor, y tratemos de pensar hoy en un don gratuito, sin nada a cambio, que podamos ofrecer. Será agradable al Señor. Y pidámosle a él: «Señor, haz que descubra de nuevo la alegría de dar».

lunes, 8 de enero de 2018

Vaticano lanza “Clerus App”, para enseñar a hacer homilías

Una aplicación para meditar la Palabra de Dios. Este ha sido el objetivo del ministerio vaticano dedicado a los sacerdotes. Han creado la “Clerus App”.

En ella se pueden encontrar homilías para cada domingo o solemnidad. Los textos han sido realizados por el jesuita Marko Ivan Rupnik. En la aplicación se pueden escribir notas personales y también se pueden hacer ajustes en el tamaño de la letra y el color de fondo para ver mejor.

El objetivo es fomentar no solo en los sacerdotes, sino en los laicos también, la reflexión y meditación de las lecturas de cada domingo. 

Por el momento está solo en italiano. Está disponible en Play Store y es gratis. Se trata de una sencilla pero valiosa ayuda para preparar la Misa del domingo.


sábado, 6 de enero de 2018

Papa: María custodie el 2018 y el mundo con la paz de su Hijo

El Papa Francisco presidió la Misa de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios, el 1 de enero de 2018, en la Basílica de San Pedro

«Para que la fe no se reduzca sólo a una idea o doctrina, todos necesitamos de un corazón de madre, que sepa custodiar la ternura de Dios y escuchar los latidos del hombre.

“Que la Madre, que es el sello especial de Dios sobre la humanidad, custodie este año y traiga la paz de su Hijo al corazón, a nuestros corazones y al mundo”

Y como hijos simplemente los invito a saludarla hoy con el saludo de los cristianos de Éfeso ante sus Obispos: ¡Santa Madre de Dios!

Digamos tres veces, todos juntos desde el corazón: ¡Santa Madre de Dios! ¡Santa Madre de Dios! ¡Santa Madre de Dios!».

Con este ruego, el Papa culminó su homilía del primer día del año, en el que la Iglesia universal invoca a la Madre de Dios, en la Octava de la Navidad del Señor.

En María Dios se hace cercano a la humanidad

Haciendo hincapié en que el año se abre en el nombre «del título más importante de la Virgen», el Obispo de Roma invitó a «dar gracias porque estas palabras contienen una verdad espléndida sobre Dios y sobre nosotros»:

«Y es que, desde que el Señor se encarnó en María, y por siempre, nuestra humanidad está indefectiblemente unida a Él. Ya no existe Dios sin el hombre: la carne que Jesús tomó de su Madre es suya también ahora y lo será para siempre. Decir Madre de Dios nos recuerda esto: Dios se ha hecho cercano con la humanidad como un niño a su madre que lo lleva en el seno».

Recordando que en María el Dios del cielo se ha hecho pequeño y que el hombre ya no es huérfano, el Papa reiteró la belleza de «reconocerse en el Dios frágil y niño que está en los brazos de su Madre y ver que para el Señor la humanidad es preciosa y sagrada»:

“Por lo tanto, servir a la vida humana es servir a Dios, y toda vida, desde la que está en el seno de la madre hasta que es anciana, la que sufre y está enferma, también la que es incómoda y hasta repugnante, debe ser acogida, amada y ayudada”

María se asocia al Hijo y custodia en silencio
Una vez más el Papa invitó a contemplar el pesebre, custodiando como María el misterio de amor en la pequeñez y recordó la importancia del silencio, dejar que Jesús hable a nuestro corazón:

«Reservar cada día un momento de silencio con Dios es custodiar nuestra alma; es custodiar nuestra libertad frente a las banalidades corrosivas del consumo y la ruidosa confusión de la publicidad, frente a la abundancia de palabras vacías y las olas impetuosas de las murmuraciones y quejas».

El corazón de María en la Iglesia para llevar a Dios

«Éste es el secreto de la Madre de Dios: custodiar en el silencio y llevar a Dios», señaló el Papa, para luego recordar que «el corazón invita a mirar al centro de la persona, de los afectos, de la vida». Y que «también nosotros, cristianos en camino, al inicio del año sentimos la necesidad de volver a comenzar desde el centro, de dejar atrás los fardos del pasado y de empezar de nuevo desde lo que importa. Aquí está hoy, frente a nosotros, el punto de partida: la Madre de Dios»:

«Porque María es exactamente como Dios quiere que seamos nosotros, como quiere que sea su Iglesia: Madre tierna, humilde, pobre de cosas y rica de amor, libre del pecado, unida a Jesús, que custodia a Dios en su corazón y al prójimo en su vida. Para recomenzar, contemplemos a la Madre. En su corazón palpita el corazón de la Iglesia. La fiesta de hoy nos dice que para ir hacia delante es necesario volver de nuevo al pesebre, a la Madre que lleva en sus brazos a Dios». 

Intenciones del Papa para este mes de enero


Solemnidad de la Epifanía en el Vaticano

Esta mañana, solemnidad de la epifanía en Roma, el papa Francisco celebró la santa misa en la Basílica de San Pedro.

La fiesta de la Epifanía tiene como protagonistas a los Reyes Magos. En la Misa de 2016 el Papa dijo que estos sabios representan a todos los hombres del mundo que buscan a Cristo.







Fotos de la Venida de los Reyes Magos de Oriente a la Parroquia