domingo, 29 de octubre de 2023

Horarios para Santos y Difuntos en la Unidad Pastoral de Padrón

 


Misas e intenciones para la parroquia de Padrón


 

Misas e intenciones de la Parroquia de Iria Flavia


 

XXX Domingo del Tiempo Ordinario, A

Jesús en el evangelio se encuentra ante la pregunta de los fariseos que era sin duda una cuestión difícil, pues le piden a Jesús que escoja entre los miles de preceptos que tenía Ley judía, y escoja el más importante de ellos. La intención era comprometerlo una vez mas. Pensemos que para el judío no había un precepto más importante que otro, y elegir uno en detrimento de otros, era despreciar la ley entera. Y vivían angustiados por el cumplimiento de los mismos, por tanto la pregunta tenía un trasfondo muy importante. Pero Jesús responde con la seguridad y la firmeza que le caracterizaba. Le preguntan por un mandamiento, pues el va y responde con dos. Y además establece la similitud de importancia del segundo con el primero. Amar a Dios y amar al prójimo: ésta es la prioridad de la Ley de Dios. El amor a Dios se visualiza y se concreta en el amor al prójimo. Un mismo amor en dos direcciones: hacia Dios y hacia el prójimo. San Agustín lo entendió perfectamente cuando dijo aquella frase “Ama y haz lo que quieras”. Queda descartada completamente la posibilidad de amar a Dios sin amar a los hermanos. Más bien, el amor a Dios queda expresado y manifestado en amar lo que Dios mas ama, lo que Dios mas quiere, a las personas. La medida del amor a los demás, es el amor que Jesús demostró, y El lo hizo dando la vida por todos.

Queda también superada la excusa de que el amor a Dios es difícil de concretar porque no lo podemos ver; Jesús pone ante nosotros a las personas concretas, a esas personas que conocemos con sus nombres y apellidos y nos dice que si decimos que lo amamos a él, debemos amar también a esos prójimos que tenemos todos los días con nosotros. Si queremos sentir a Dios tan cerca de nosotros, que casi nos roce al pasar a nuestro lado, hagamos un esfuerzo para verlo en aquellos que viven junto a nosotros y se sientan a nuestro lado y ese amor demostrémoslo con gestos y con acciones concretas que nos acerquen a ellos.


 

sábado, 21 de octubre de 2023

XXIX Domingo del Tiempo Ordinario

En el texto de la carta de san Pablo a los tesalonicenses de hoy, encontramos los tres pilares fundamentales de la Iglesia de ayer, de hoy y de siempre: fe, esperanza y caridad. La fe en Jesucristo resucitado, la caridad como sello de nuestra acción, y la esperanza como estímulo y estilo de nuestra vida.

En el Evangelio escucharemos a Jesús decir: “dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”. Damos, al Cesar lo que es del Cesar, porque no nos queda otro remedio... pero ¿damos a Dios lo que es de Dios?, podría preguntarnos hoy Jesús a nosotros.

Se puede vivir de espaldas a Dios de muchas maneras, lo hacen los que reniegan de El, los que viven con una indiferencia absoluta ante lo religioso, pero también podemos hacerlo nosotros, cuando nuestra vivencia no es lo suficientemente auténtica, cuando vivimos con rutina, y sin profundizar en lo que creemos. Cuando lo que hacemos lo hacemos sólo por cumplir. Por eso es importante bajar a lo concreto, y ver qué es lo que yo le estoy dando a Dios.

Los 13.000 misioneros españoles repartidos por todo el mundo nos piden hoy que recemos por ellos, quieren que nos acordemos de ellos, para que sean fieles a su misión. El lema de este año “Corazones ardientes, pies en camino” nos pone ante una tesitura complicada. Tengo que tener mucha fe para que mi corazón arda de amor y así ponerme en camino.

domingo, 15 de octubre de 2023

XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario, A

Dios nos está invitando siempre, pero ruega respuesta. Es verdad que nuestro rey, que nos hace la invitación, es paciente, muy paciente, no tiene prisa, y El sabrá prepararnos un buen regalo, el día que nos decidamos ir. Nos espera, pero quiere de nosotros una respuesta, quiere que tengamos, por lo menos, la educación de contestar a su invitación.

Una vez dada, la respuesta no puede ser cualquiera, hay que tomarse la cosa en serio y prepararse bien, le tenemos que responder al Señor con lo mejor de cada uno de nosotros, no nos podemos presentar ante el de cualquier modo o de cualquier manera. En la invitación del Señor solo hay una restricción, hay que llevar puesto el traje de bodas. Y este es un traje que no solemos llevar puesto en la vida porque no se vende en los grandes almacenes, ni en las sastrerías especializadas. Es un traje que solemos descartar todas la mañanas al abrir el armario y, por eso, puede ocurrirnos, que estando invitados, no podamos asistir al banquete del Señor. ¿Cuál es ese traje?: Para asistir al banquete de Jesús hay que ponerse el traje de la caridad, el traje del amor, el traje de la gratuidad, el traje del perdón, el traje de la aceptación de que Dios nos quiere a todos por igual, yo debo llevar ese estilo de vestir a los sitios y a las personas con la que me encuentro y con las que vivo.

El banquete de bodas, Señor, la fiesta de tu Reino, es el esfuerzo de los cristianos por serte fieles y por buscar en todo momento la verdad de la vida, el triunfo de la paz y del amor. Pero esto aún no es realidad y debemos asumir la responsabilidad que tenemos por nuestra falta de entrega. La parábola de Jesús sigue viva para que nos sintamos invitados y cambiemos el traje gris por el traje de fiesta que ilumine a todos los que nos rodean.

miércoles, 11 de octubre de 2023

Mañana día de la Virgen del Pilar

 

  La Aparición más antigua en la vida de la Iglesia, es la de la Virgen del Pilar, ya que data del año 40. Según recoge la tradición en el Elogio del Pilar, Santiago Apóstol siguiendo el mandato del Señor de anunciar el Evangelio hasta los confines del mundo llegó precisamente hasta Hipania, subiendo hasta las Costas de Iria Flavia. Pero durante su trayecto notó que nuestros antepasados vinculados a creencias mitológicas, no tomaron en serio en un principio las palabras de la Buena Nueva del Evangelio predicadas por él. Desanimado se sentó a orillas del Ebro en Cesaraugusta -Zaragoza-.

En ese momento recibió de forma inesperada una agradable sorpresa. Y es que la Virgen que aún no había sido Asunta al Cielo se apareció al Apóstol confortándole con una promesa: Que esta tierra, en ese momento indiferente, sería un gran baluarte de la Fe. Y para ello le dejó una columna -a modo de pilar- que significaba la fortaleza de la Fe en Hispania bajo el auspicio de la Virgen. Para ello le encargó que se construyese allí una Iglesia donde estuviese la citada columna en la que se entronizó la Imagen de la Virgen con el Niño. De la primitiva Iglesia la transformó de forma más grande el hijo de Fernando el Católico, Alonso de Aragón.


En el siglo XVIII se fue dando forma a la Basílica que hoy conocemos con once torres. También se recoge en un Libro la multirud de milagros realizados entre los que encuentra el de Calanda donde un hombre había perdido por enfermedad una pierna. Se acercó al Pilar y tras rezar ante la Virgen la recuperó sana y salva, dejando de estar mutilado. El papa Clemente XII institucionalizó la festividad que antes ya se celebraba por los pueblos. La Virgen del Pilar es Patrona de la Benemérita y dado que el 12 de octubre de 1492 se descubrió América, se puso bajo su Amparo el Descubrimiento y la Evangelización del Nuevo Mundo, por lo que también es Patrona de la Hispanidad.