domingo, 4 de junio de 2023

Rosario Solemne en la parroquia de Iria

El miércoles pasado, en la parroquia de Iria Flavia, tuvo lugar la celebración de un rosario solemne, bajo el lema ‘Con María hacia la Asamblea Sinodal’ como preparación de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos.

Una convocatoria con la que la Iglesia que peregrina en Santiago se suma a todas las diócesis españolas como respuesta a la invitación realizada desde la Secretaría General del Sínodo para “orar por el Camino Sinodal para hacernos todos conscientes de la importancia de este proceso y continuar acompañándolo con la plegaria comunitaria”.

La celebración fue presidida por el vicario de Santiago, José Antonio Seoane, acompañado del párroco Roberto Martínez y de otros sacerdotes de la zona.

Los misterios del Rosario, fueron encomendados a las distintas vocaciones, estados y carismas vividos en la Iglesia. Así el primer misterio, fue encomendado a los sacerdotes. El segundo a dos representantes de la vida consagrada. El tercer misterio a unos jóvenes laicos. Mientras que el cuarto fue encomendado a una familia y el quinto a las personas mayores.











Domingo de la Santísima Trinidad

Hoy celebramos el domingo de la Trinidad y hablar de la Trinidad es hablar de Dios, mejor del misterio de Dios. Es tanto como intentar definir o comprender el ser de Dios. Nuestro pensamiento, nuestro lenguaje, nuestra capacidad de comprensión se ven pequeñas, imperfectas y limitadas. No pueden abarcar lo que las supera con tan gran distancia. Por tanto, no podemos encerrar el ser de Dios ni en nuestro lenguaje, ni en nuestra comprensión. Dios es siempre mucho más de lo que nosotros podemos comprender de Él, mucho más de lo que podemos decir. El ser de Dios nos supera por que Él es el Hacedor y nosotros sus criaturas. No obstante, a pesar de todo esto, los cristianos podemos decir, y tenemos que sentirnos orgullosos de ello, que sabemos cosas de Dios, no porque nosotros lo hayamos descubierto con nuestra sabiduría e inteligencia, con nuestra reflexión profunda, sino solo porque Él se nos ha querido dar a conocer, y lo ha hecho por propia iniciativa, porque ha querido, buscando una relación de amor con nosotros. O sea, que ese Dios misterio, los cristianos lo creemos tan cercano que nace entre nosotros, vive con nosotros y muere por nosotros.

La revelación del Dios de Jesús no se ha hecho de forma repentina, sino que se ha dado a conocer de una forma progresiva a lo largo de la historia de los hombres. Es el Dios de Jesús el que se manifiesta como Padre, como Padre amoroso, que nos quiere, nos conoce y nos espera. Es el Dios de Jesús el que se manifiesta como Hijo, que se hace uno de nosotros, comparte todo lo nuestro, y entrega su vida por amor para darnos ejemplo. Y es el Dios de Jesús el que se manifiesta como Espíritu que acompaña a la Iglesia, la impulsa y la fortalece en la dificultad. Sin embargo a todo lo anterior, las tres personas de Dios no actúan por separado las unas de las otras. En cada acción de Dios están el Padre, el Hijo y el Espíritu.

¿Por qué Dios, siendo Uno y Trino, se ha tomado tantas molestias por nosotros?, ¿por qué nos ha creado?, ¿por qué se nos ha dado a conocer? ¿Será que nos necesita para algo? Dios no nos busca porque o para que podamos servirle. No nos busca para sacar algo de nosotros. Nos busca solo porque nos ama. El amor que Dios nos tiene no depende en ningún momento de la correspondencia de nosotros hacia Él. Aunque nosotros lo rechacemos, aunque nosotros lo neguemos, Él nos seguirá amando, no retirará ni una pizca de su gran Amor. Y esto es una gran noticia para nosotros, su amor está por encima de nuestros fracasos. El Dios cristiano, no es una idea carente de realidad objetiva, es un Dios personal.

domingo, 28 de mayo de 2023

Domingo de Pentecostés

La fiesta de Pentecostés, se celebra cincuenta días después de la Pascua, cincuenta días después de la resurrección de Jesús. El día de Pentecostés marca el comienzo de la Iglesia como comunidad de hermanos que se comprometen a continuar el camino de Jesús. Los apóstoles estaban encerrados en casa de alguno de ellos en Jerusalén. Tenían mucho miedo y es bastante probable que no dieran crédito todavía a los acontecimientos ocurridos durante la Pascua de aquel año. Es lógico que estuvieran asustados, desorientados, indecisos, pero hicieron algo muy bien, siguiendo el consejo de Jesús, permanecían juntos, no se separaron, estaban todos en Jerusalén. En su cabeza se amontonaban las palabras del Maestro sobre lo que había de pasar. La venida del Espíritu es la culminación del misterio Pascual, es la realización de lo que Jesús había prometido. Hoy termina el tiempo de Pascua, el cirio pascual que ha presidido todas las celebraciones hasta ahora, cambiará de sitio. Con la llegada del Espíritu, Jesús cumple su palabra, y se inaugura una nueva época hasta la venida gloriosa del Señor.

Los textos de hoy, nos ayudan a comprender la riqueza y la profundidad del significado de este día. La lectura del libro de los Hechos, es un canto al entendimiento entre todos. El egoísmo, la envidia, la soberbia, no sólo nos alejan de Dios sino que nos separan entre nosotros; nuestro lenguaje se hace incomprensible para los demás. El Espíritu de Dios da a todos el lenguaje del entendimiento porque es el lenguaje del amor. Por eso ahora los hombres se entienden, porque movidos por la acción del Espíritu, superan el desamor y las barreras que les separan.

Está claro que el don del Espíritu es el gran regalo de Jesús a los apóstoles y a todos nosotros. Ese espíritu nos sigue acompañando y nos convoca para dar testimonio de El en el mundo, a través de nuestras obras. Ese Espíritu es el que nos anima a no estancarnos, a no permanecer quietos, a mirar siempre hacia delante, nos anima a descubrir, a investigar porque todo ha sido creado por Dios. Nosotros lo recibimos en esta celebración y pedimos que se derrame generosamente sobre todos los habitantes de la tierra.

sábado, 20 de mayo de 2023

Domingo de la Ascensión


Celebramos hoy el domingo de la Ascensión del Señor, en esta celebración podríamos preguntarnos ¿cuáles serían las emociones que vivieron los discípulos al quedarse solos?

Seguro que para ellos fueron momentos de tristeza, un poco de angustia y bastante incertidumbre. Tristeza porque se les iba un amigo, eran muchas cosas vividas juntos, y aunque ahora ya tenían la certeza de que a pesar de su muerte El estaba vivo, tenían que aceptar no volver a verlo físicamente. Angustia porque había que caminar quizá sólo con su recuerdo, sin acabar de entenderlo todo, y con muchas promesas de Jesús que no sabían bien en qué se concretarían. Y un poco de incertidumbre, pues ¿cómo será eso de que ahora te vemos, pero ya no te veremos, aunque luego te volveremos a ver?, Jesús, te vas de entre nosotros pero ¿y eso de que nos enviarás tu espíritu, que significa? Todas estas serían preguntas y estados de ánimo que seguro vivieron los discípulos en el momento de la separación de Jesús. Perece que los dejaba solos.

¿Qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?, aquellos galileos estaban tan marcados por las palabras de Jesús y por el resplandor de su gloria que no se podían ni mover. Pero, volverán a Jerusalén y desde allí se dispersarán hasta los confines del mundo, para proclamar las maravillas de Dios. La valentía, la creatividad y la hermandad son las nuevas características de los seguidores de Jesús. El riesgo es constante porque tendrán que abrir una brecha en el centro del judaísmo y prolongar su testimonio en medio de otras culturas. Cada situación nueva estimulará su ingenio creativo, porque su convencimiento es pleno y la asistencia del espíritu es generosa. La fidelidad al mensaje les exigió adaptarlo a las nuevas situaciones. Primero transmitían el mensaje de boca en boca, después, de la transmisión oral se pasó a la escrita y aparecen los evangelios y las primeras cartas de Pablo a los grupos que iba creando. La comunidad de creyentes se irá formando, creciendo, constituyéndose en Iglesia de Dios, fundamentada en la fe y en la palabra, pero alentada por la presencia continúa del Espíritu y de ese Jesús al que hoy ven partir.

Lo mismo que entonces, en este tiempo de misión de la Iglesia, la presencia del Señor preside y acompaña a la comunidad de los suyos. Nos acompaña cada vez que nos juntamos a celebrar la fracción del pan los fines de semana. Cada vez que participamos en la Eucaristía. Cada vez que intentamos hacer las cosas mejor pensando en lo que el nos dijo, cada vez que somos capaces de reconocerlo en lo que nos pasa y en las personas con las que vivimos.

Además Jesús cuando se va les dice a sus discípulos dos cosas muy importantes, y que ellos hicieron muy bien: no os alejéis de Jerusalén y tened paciencia. Era el modo de decirles que aún tenían que pasar cosas, tenía que pasar algo más, y que para eso se quedasen en casa, apoyándose los unos a los otros, que no se dispersasen. A nosotros también nos dice lo mismo: aunque te parezca que te has quedado sólo y las cosas te van cada vez peor, aunque casi hayas perdido la esperanza, haz dos cosas, ten paciencia, aférrate a las personas que te quieren: tu casa, tus amigos, también ellos son regalo de Dios, y sobre todo no pierdas la confianza, todavía falta algo que va a suceder, falta el Espíritu, el que nos lo recordará todo y nos dará los ánimos que necesitamos, el Domingo que viene lo notaremos y lo celebraremos.

domingo, 7 de mayo de 2023

V Domingo de Pascua

El evangelio de hoy, refleja de fondo la preocupación de los discípulos por su futuro, una vez que Jesús se vaya al Padre. Preocupación, por otra parte, bastante comprensible. Por eso, Jesús les dice que no pierdan la calma. Jesús les promete volver y les habla de la casa del Padre. “No perdáis la calma: creed en Dios y creed también en mi”, es una expresión que suena a confianza, a serenidad, a fe como reposo para el cansancio o el miedo. Suena a llamada para alejar de nosotros las supersticiones, que muchas veces llenan el corazón humano, desviándose de lo que significa un Dios cercano, que nos conoce, que nos quiere y que está atento a nuestras necesidades.

Jesús es el lugar natural de Dios donde el hombre de hoy y de todos los tiempos debe buscar a Dios, al Padre. Pedro, al decirnos en la segunda lectura, que Jesús es la piedra angular, nos está diciendo lo mismo con otras palabras. Y la Iglesia lo repite en multitud de documentos al presentarnos a Jesús como el centro de la verdadera evangelización. “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, Señor que no busque otros sucedáneos que me intentan desviar de la dirección correcta, que no busque la verdad en otras cosas que no me llenan en plenitud, que no crea que la vida está en otro sitio que no seas Tú”.

En los tres años de vida pública, Jesús tuvo que explicar y dar muchas vueltas a las cosas que decía, pero lo que tuvo que ser tremendo para Él fue darse cuenta de que sus discípulos, los que había tenido más cerca, tampoco se habían enterado de lo importante. Y vuelve a repetirles que lo esencial es que el Padre hace sus obras a diario, todos los días. Que la meta es el camino. Que ponerse en manos del Padre antes de echar a andar, fijarse en la persona de su hijo y esforzarse en dar cada día un paso que nos acerque a Él, es suficiente. No hay que querer ver al Padre para saber hacia donde se camina. Él es el camino, y el camino es la vida misma. Buscarlo en cada acontecimiento, buscarlo cada día es ya estar con Él. Hacer camino desde la confianza que Él va a nuestro lado, atentos siempre a quienes caminan con nosotros, por si necesitan nuestra ayuda, confiar en Él y saberlo sentir en lo que hacemos.

viernes, 5 de mayo de 2023

6 de mayo: San Juan del Rayo

La historia de San Juan del Rayo se remonta al siglo XVII -año 1613-. Según la leyenda, un rayo cayó en la iglesia de Santa María la Mayor de Iria Flavia, durante la misa dominical. El incidente tan sólo causó daños materiales, destruyendo una de las torres de la antigua colegiata. Sin embargo, la imagen de San Juan que se encontraba en el altar permaneció intacta. Los vecinos interpretaron este hecho como un milagro y desde este momento, a iniciativa del Cabildo de Iria, se constituyó la festividad de san Juan del Rayo, comenzando así a venerar a San Juan como su patrón.

La Misa solemne será a las 12:00 h en la Iglesia Parroquial.