domingo, 25 de febrero de 2024

2º Domingo de Cuaresma, B

 

El pasaje del Evangelio de Marcos 9, 2-10, que relata la Transfiguración de Jesús en presencia de Pedro, Santiago y Juan, nos ofrece una profunda meditación sobre la revelación de la divinidad de Cristo y la importancia de la fe en la vida cristiana. Este episodio, situado en un momento crucial del ministerio de Jesús, no solo sirve como un anticipo de la gloria de la Resurrección, sino también como una enseñanza vital sobre la necesidad de escuchar y seguir las enseñanzas de Jesús. La voz del Padre que proclama a Jesús como su "Hijo amado" y nos insta a "escucharlo" resuena como un llamado a profundizar nuestra relación con Dios, reconociendo en Jesús no solo al maestro y profeta, sino al Mesías que se transfigura ante nuestros ojos para revelarnos la plenitud de su misión salvífica.

Este segundo domingo de Cuaresma, al contemplar la Transfiguración, somos invitados a ascender nuestra propia montaña, alejándonos del ruido y las distracciones del mundo para encontrarnos en soledad y silencio con Dios. Este tiempo litúrgico nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestra propia fe y la manera en que respondemos al llamado divino en nuestras vidas, al igual que Abraham y los discípulos. Se nos pide que miremos más allá de nuestras comprensiones terrenales y confiemos en la promesa divina de salvación y vida eterna, alimentando nuestra fe con la Palabra de Dios y permitiendo que la luz de Cristo transfigurado ilumine nuestras vidas, guiándonos hacia una conversión genuina y una renovación espiritual que nos prepare para celebrar con plenitud el misterio pascual.

domingo, 18 de febrero de 2024

Misas e intenciones de la semana en Padrón

 


I Domingo de Cuaresma B

La Cuaresma de este año nos ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre nuestras vidas, sobre cómo estamos viviendo nuestra fe y cómo podemos acercarnos más a Cristo. En este desierto moderno, lleno de distracciones y desafíos, la llamada a la conversión y a la fe en el Evangelio es un faro que nos guía hacia una renovación  auténtica. Este tiempo se convierte en un camino hacia la Pascua, donde, al igual que Jesús superó las tentaciones en el desierto, nosotros también podemos superar nuestras pruebas y renovarnos en Cristo. Que este tiempo cuaresmal sea un periodo de introspección, oración y acción, donde cada gesto de amor y cada acto de fe nos acerque más al corazón de Dios y nos prepare para vivir el misterio pascual con una alegría y esperanza renovadas.

 

domingo, 11 de febrero de 2024

El Arzobispo preside la Misa parroquial en la Jornada de Manos Unidas

El Arzobispo de Santiago de Compostela, en compañía de nuestro párroco, presidió este domingo la Misa en la parroquia de Padrón para conmemorar la Jornada Nacional de Manos Unidas, una iniciativa dedicada a promover el desarrollo y la solidaridad bajo el inspirador lema "El efecto ser humano: la única especie capaz de cambiar el planeta". Durante la celebración, el prelado compartió una profunda reflexión sobre la importancia de la compasión, la solidaridad y el cuidado mutuo, inspirándose en las enseñanzas de Jesús sobre la acogida y sanación de los marginados y enfermos.

En su homilía, el Arzobispo destacó cómo Jesús se acercó y sanó a un leproso, resaltando el valor de recuperar la dignidad y el amor a través de actos de cuidado y atención. Hizo hincapié en la necesidad de vivir con un corazón sensible y acogedor, y recordó "las tres palabras mágicas" según el Papa Francisco para una convivencia armoniosa: por favor, gracias y perdón. Asimismo, subrayó la misión de Manos Unidas en fomentar oportunidades de desarrollo y educación para los más necesitados, y llamó a la comunidad a ser solidarios y cuidar de nuestro planeta y de cada uno, recordando que nuestras acciones tienen un impacto significativo tanto positivo como negativo en el mundo que nos rodea.

Esta jornada se presenta como un recordatorio poderoso de la capacidad del ser humano para generar cambios significativos a través del amor, la solidaridad y el cuidado del prójimo y del medio ambiente. El mensaje del Arzobispo nos invitó a reflexionar sobre nuestra responsabilidad individual y colectiva en la construcción de una sociedad más justa y un mundo sostenible, haciendo eco de la esencia de la campaña de Manos Unidas: transformar el planeta a través de la humanidad y la compasión.

 






 


Misas e intenciones en la parroquia de Padrón


 

sábado, 10 de febrero de 2024

VI Domingo del Tiempo Ordinario B

En este VI Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo B, reflexionamos sobre el pasaje de Marcos 1, 40-45, donde Jesús cura a un leproso, un acto que trasciende las barreras de la exclusión social y religiosa de la época. Este evento nos invita a mirar más allá de las leyes y costumbres que segregan y a reconocer la dignidad intrínseca de cada persona, independientemente de su estado físico o social. En la sociedad actual, seguimos enfrentándonos a formas de "lepra" que marginan a individuos y grupos, desafiándonos a actuar con compasión y justicia. Jesús, con su gesto de curación y acogida, nos enseña que la inclusión y el cuidado de los marginados son fundamentales para la construcción del Reino de Dios.

Este domingo, además, celebramos el Domingo de Manos Unidas, una ocasión para recordar la importancia de la solidaridad y el compromiso con los más necesitados. La misa en nuestra parroquia, presidida por el Arzobispo de Santiago de Compostela, Mons Prieto, resalta la convocatoria a vivir nuestra fe en acciones concretas de amor y servicio. En este contexto, la historia de la curación del leproso por Jesús cobra un significado especial, recordándonos que cada gesto de amor y cada paso hacia la inclusión son esenciales para reflejar el rostro misericordioso de Dios en el mundo.

Pasatiempos para el VI Domingo del Tiempo Ordinario B

 

 
 
He aquí las soluciones:




sábado, 3 de febrero de 2024

V Domingo del Tiempo Ordinario B

En este V domingo del Tiempo Ordinario, el evangelio de Marcos nos sumerge en la intensidad y profundidad de la misión de Jesús, mostrándonos cómo su enseñanza y su sanación iban de la mano en su camino desde Galilea hacia Jerusalén. Este recorrido, lejos de ser solo geográfico, es profundamente simbólico, marcando una trayectoria de revelación y transformación. Galilea, con su sencillez y su gente trabajadora, se convierte en el escenario donde Jesús decide iniciar su misión, eligiendo las sinagogas como puntos de encuentro para proclamar la buena nueva del Reino de Dios. Este inicio en Galilea destaca el mensaje inclusivo de Jesús, su preocupación por los marginados y su deseo de que su mensaje trascienda las barreras sociales y geográficas. La enseñanza de Jesús no se limitaba a palabras; su vida misma era un testimonio del amor y la compasión de Dios. Cada milagro, cada curación, no solo aliviaba el sufrimiento físico sino que también restauraba la dignidad y reforzaba la fe en su mensaje. La integralidad de su misión resalta la importancia de unir palabra y obra, enseñanza y testimonio, para transmitir efectivamente el mensaje del Reino.

Por otro lado, la práctica de Jesús de retirarse a orar, especialmente en momentos de gran actividad, nos enseña sobre la necesidad vital de nutrir nuestra vida interior y nuestra relación con Dios. Estos momentos de oración no eran escapismos, sino fuentes de fuerza y claridad para su misión. En un mundo donde los "demonios" modernos adoptan formas de individualismo, materialismo, y otras actitudes que alejan a las personas de la esencia del mensaje cristiano, la figura de Jesús nos invita a redescubrir el poder transformador de la oración y la acción comprometida. Al enfrentarnos a los desafíos contemporáneos, la vida de Jesús nos recuerda la importancia de ser testigos de la fe a través de actos de solidaridad, misericordia y justicia, inspirándonos a llevar luz a las oscuridades de nuestro tiempo. Este equilibrio entre contemplación y acción es esencial para reflejar auténticamente la presencia de Dios en el mundo, mostrando que el verdadero discipulado implica seguir sus pasos tanto en la intimidad de la oración como en el compromiso activo con nuestro prójimo.