viernes, 31 de marzo de 2023
domingo, 26 de marzo de 2023
V Domingo de Cuaresma A
En el Evangelio de hoy, escucharemos hablar de Betania. Betania es una comunidad judía muy próxima a la Ciudad Santa, a Jerusalén, donde Jesús tiene una amistad especial con los tres hermanos: Marta, María y Lázaro, los cuales aparecen varias veces en distintos relatos evangélicos. El mensaje de hoy es claro: la presencia de Jesús da otro sentido a la muerte y ayuda no solo a superar la misma, sino a vivirla de otra manera. “Yo soy la resurrección y la vida, quien cree en mí, aunque haya muerto vivirá”.
El dolor por la pérdida de un ser querido es algo que no está reñido con la fe en la resurrección. En la lectura hemos escuchado que el mismo Jesús, sabiendo lo que iba a hacer, lloró cuando se enteró de la muerte del amigo. Quizá sea este momento, uno de los mas significativos de la humanidad de Jesús.
Pero ahora, hoy estamos hablando desde mi fe en la resurrección. Y creemos en la
viernes, 24 de marzo de 2023
Pregón de Semana Santa a cargo del Dr. D. Domingo Luis González Lopo
Hoy, a partir de las ocho y cuarto de la tarde, tendrá lugar en la iglesia parroquial el pregón de Semana Santa, que este año, estará a cargo del Dr. D. Domingo Luis González Lopo, profesor de Historia Moderna en la facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Santiago de Compostela.
domingo, 19 de marzo de 2023
Siete cualidades de san José
En su carta "Con Corazón de Padre", el Papa Francisco destacó 7 cualidades del papá adoptivo de Jesús:
1. Padre amado: San José es un padre que, por sus virtudes, siempre ha sido amado por el pueblo cristiano.
2. Padre en la ternura: Enseñó a Jesús a caminar, y lo tomaba en sus brazos.
3. Padre en la obediencia: Supo pronunciar su "Fiat": como María en la Anunciación y Jesús en Getsemaní.
4. Padre en la acogida: Acogió a María sin condiciones, confiando sólo en las palabras del ángel.
5. Padre de la valentía creativa: Por tal razón, Dios se valió de él en los comienzos de la historia de la redención.
6. Padre trabajador: Trabajaba honestamente como carpintero para asegurar el sustento de su familia.
7. Padre protector: Se entregó paternalmente a Jesús, como cobijo y sombra protectora.
IV Domingo de Cuaresma A
Si hace una semana pensábamos de qué estábamos sedientos en nuestra vida, hoy no estaría del más que pensáramos en cuales son nuestras cegueras. Posiblemente nos resulte más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el nuestro, ver los defectos de los demás que reconocer los nuestros, defecto por otra parte demasiado común entre nosotros. Tenemos que ser lo suficientemente valientes, y lo suficientemente sinceros como para reconocer que en nuestro corazón no todo es luz y claridad, no todo es trigo limpio, hay también tinieblas y oscuridades, hay cosas que están mal y hay que saber reconocerlas, para después superarlas.
miércoles, 15 de marzo de 2023
domingo, 12 de marzo de 2023
III Domingo de Cuaresma A
También nosotros tenemos mucha sed de tener. Cuanto más mejor. Parece que no nos vemos saciados nunca. Tenemos sed del placer inmediato, efímero, la apariencia, el estilo, la moda. Mucha sed de disfrutar. Tenemos sed de prestigio, de afectos. En nuestro frío mundo parece que la calidez humana ha sido la que más se ha congelado, y así palabras como ternura, afectividad, amistad, compañerismo, forman parte de una época pasada. La desconfianza, el recelo, parece que se han instalado entre nosotros, y siempre tenemos que estar prevenidos por lo que pueda pasar. El fruto de la desconfianza es siempre la soledad o unas relaciones muy superficiales para que no nos comprometan demasiado.
Pero a pesar de todas estas aspiraciones, parece que nada nos sacia. Nunca tenemos bastante ni nos damos por satisfechos, es como si esa felicidad que aspiramos encontrar “bebiendo” de tantas cosas que sacien nuestra sed no fuese suficiente. Y como a la samaritana, hoy a nosotros Jesús tiene algo que decirnos.
Lo mismo que a la mujer del evangelio, Jesús nos invita a descubrirlo a Él como la auténtica agua que sacia la sed. “Señor dame de esa agua”, es la petición que debemos hacer al Maestro.
Aquel que descubra en quien nos habla todos los domingos al auténtico Mesías, aquel que sepa descubrirlo, será capaz de despojarse de todo aquello que en realidad le impide progresar y ser realmente uno mismo. Porque esto es lo primero que tenemos que hacer, despojarnos de esas cosas superfluas de las que nos hemos sobrecargado en exceso, que en realidad no llegan a satisfacernos y nos impiden progresar.
domingo, 5 de marzo de 2023
II Domingo de Cuaresma, ciclo A
En el relato de la transfiguración, que hemos escuchado en el evangelio, aparecen junto a Jesús dos figuras muy significativas: Elías y Moisés. Los dos son personajes de la Historia de Israel pero muy relacionados con los nuevos tiempos. Elías fue el profeta de la fe en tiempos de increencia, el que desenmascaró a los fanáticos, y a aquellos que querían manipular a su antojo y según sus intereses lo que Dios decía. Sufrió la persecución, la incomprensión y el ridículo. Pero sintió la cercanía humana de Dios que se le mostraba en los detalles de la vida y en la brisa suave y refrescante de donde tomaba fuerza para seguir adelante. Y Moisés, el hombre que no sabía hablar, que era tartamudo, y que se refugiaba en la soledad del desierto por miedo. Al que Dios convierte en un gigante, para hacer frente con tenacidad, a todas las dificultades con las que se encontró para llevar al pueblo a la Tierra prometida. Los dos encuentran en Jesús la realización de sus aspiraciones.
Los amigos de Jesús, Pedro Santiago y Juan, tuvieron que sentirse allí tan bien que le pidieron quedarse. Pero no, Jesús les invita a seguirle en su camino hacia Jerusalén, en su camino hacia la Cruz. Dios siempre tiene los pies en la tierra, por eso nos invita a cultivar la esperanza en la realidad de nuestro mundo, donde se siguen levantado cruces, destruyendo esperanzas, esparciendo falsas ilusiones, nos invita a seguirle en la realidad de cada día, en nuestra historia individual, familiar o social, nos invita a bajar de nuestros montes particulares y a trabajar con ilusión, y con fe, en la realidad que a cada uno vive. Sembrando ilusión, sembrando cercanía, ternura, sembrando buenas palabras, y desterrando todo lo que hace que predomine el odio, la violencia o la envidia.