sábado, 31 de diciembre de 2022

Muere Benedicto XVI

Hoy sábado, sobre las nueve y media de la mañana, ha fallecido el Papa emérito Benedicto XVI, en la residencia Mater Eclesiae, el monasterio de la Ciudad del Vaticano donde residía tras su renuncia en 2013.


Benedicto XVI ha sido el 256º Papa de la Iglesia católica y séptimo soberano de Ciudad del Vaticano. Joseph Ratzinger, accedió al papado en 2005 tras la muerte de Juan Pablo II y en febrero de 2013 anunció su retirada. La decisión de Benedicto XVI de dejar el papado de Roma es todo un hito, ya que se considera el único papa que deja el cargo de manera voluntaria.

La capilla ardiente será en la Basílica de San Pedro a partir del lunes, 2 de enero, por la mañana, donde será honrado por los fieles que quieran pasar a darle un último adiós.

El funeral del Papa emérito Benedicto XVI, será el jueves, 5 de enero, a partir de las 9:30 h y será presidido por el Papa Francisco.
 
¡DESCANSE EN PAZ!

viernes, 30 de diciembre de 2022

Fiesta de la Traslatio

 

Hoy, viernes 30 de diciembre, celebraremos en la parroquia de Padrón, la fiesta de la Traslatio. En esta fiesta, conmemoramos la traslación de los restos del Apóstol Santiago, desde Jaffa, en Palestina, hasta el puerto del Murgadán, aquí en Padrón, en la antigua ciudad romana de Iria Flavia. En la ceremonia, que tendrá lugar a partir de las 20.00 horas, se celebrará la Ofrenda institucional del Concello de Padrón.

sábado, 24 de diciembre de 2022

El párroco os desea ¡Feliz Navidad!

Que al Niño Dios, que hoy nació en Belén, le sigamos ofreciendo nuestro corazón... que sigamos siendo esos pesebres que siempre estén dispuestos a acogerlo, y que con nuestro testimonio, seamos luz en el mundo para anunciar su presencia.

domingo, 18 de diciembre de 2022

IV Domingo de Adviento, A

En algunos momentos de nuestra vida, recurrimos al Señor para presentarle nuestra peticiones de ayuda, pero lo hacemos a menudo desde la desconfianza; en otras ocasiones lo culpamos de nuestros fracasos, porque cuando algo va mal es porque el se ha olvidado de nosotros. Hoy, a pocos días de la celebración de la Navidad, la Eucaristía nos plantea una invitación a cuestionarnos si realmente confiamos en que nuestro Dios es un Dios que actúa pensado en nosotros, o si nuestra aparente fe oculta en realidad una profunda desconfianza, por ejemplo, cada vez que nos dirigimos al Señor desde el enfado porque no nos concede lo que le rogamos con insistencia, cada que vez que nuestra vida se carga de angustia por el qué pasará sin acordarnos de que para el Señor somos los más importantes, o cuando siempre olvidamos abrir los ojos a la realidad, a lo que es nuestra vida de cada día, para descubrir en ella las huellas del Señor caminando a nuestro lado, en todo lo que hacemos y en las personas con las que convivimos. La primera lectura es por tanto, una invitación a revisar nuestra forma de relacionarnos con el Señor y por si descubrimos debajo de nuestra apariencia de personas de fe, unas formas o ritos que esconden la desconfianza más absoluta.

El evangelio es la demostración de que Dios cumple siempre su promesa. Y cumple aquella promesa de estar cerca del hombre, tan cerca, que se hace uno de ellos. Y por eso, decide encarnarse, aunque eso signifique hacer un auténtico milagro. ¿Cómo vivir angustiado sabiendo que tenemos un Dios que está dispuesto a hacer tanto por nosotros?, ¿Cómo negar esa evidencia de que Él siempre cumple lo que promete?, ¿Cómo sentirnos perdidos, si Él ya ha venido a salvarnos?, son estas unas preguntas muy relacionadas con el Adviento, unas preguntas para hacérnoslas en nuestro interior. En un mundo difícil, complicado, la luz va a volver a brillar, la esperanza vuelve a renacer.

Otra de las sorpresas de la Palabra de Dios de este día es la figura de José. La lectura sólo dice que era una persona buena: “José que era bueno y no quería denunciarla…”. ¡Qué cosa más simple y a la vez que importante¡. Todos sabemos lo que significa que alguien sea conocido como una persona buena. Tras esa afirmación se esconde toda una cantidad de virtudes: sencillez, humildad, disponibilidad, entrega, cercanía, simpatía, quizá incluso algo simple, pero con una simplicidad necesaria para poder vivir desde la confianza y para poder siempre tener un corazón lleno de esperanza. Las figuras de María y José hablan bien de todo esto. En nuestra vida tan cargada de cosas, y de proyectos, y en estos días tan ajetreados ante las celebraciones navideñas, un poco de sencillez, tranquilidad y sosiego no nos viene mal.

lunes, 12 de diciembre de 2022

13 de diciembre: Santa Lucía

 
Santa Lucía tiene un culto antiquísimo en la Iglesia: su nombre aparece en el Canon Romano. Era una joven de Siracusa que sufrió el martirio bajo la persecución de Diocleciano. Su memoria fue celebrada en breve tras "la paz de la Iglesia" y ya en el siglo V se venera en Sicilia su sepulcro. Es venerada también en Oriente. Su Passio (en versión griega, del s. V; y latina del s. VI) es apócrifa, pero bellísima. Cuando la amenazan de muerte, siempre según esta Passio, ella exclama: "No es necesario que insistas, nada me podrá separar del amor de mi Señor". El pueblo cristiano la ama. Ella es verdaderamente "hija de la luz". La iconografía más antigua la representa con una lámpara encendida, como las vírgenes del Evangelio, que se convirtió luego en un recipiente donde lleva sus propios ojos. Son los ojos de la fe: iluminada por la fe, forma parte del pueblo de los "hijos de la luz".

 

Misas e intenciones de la semana en la parroquia de Padrón

 


domingo, 11 de diciembre de 2022

Tercer Domingo de Adviento

El tercer domingo de Adviento proclama ya la cercanía de la venida del Señor y nos invita a la alegría por la noticia (Tercer Domingo de Adviento = Gaudete = Alegría). Se apunta ya a la próxima celebración de la venida del Señor, es decir, la llegada es inminente, el Señor está próximo. Aunque el apóstol Santiago nos haga una llamada a la paciencia, sentimos ya cercano al Señor, y esto nos da pié para acelerar nuestra preparación y disponernos para su venida.

El evangelio nos presenta las dudas de Juan sobre Jesús. Juan sabía que Jesús era el enviado de Dios, el prometido de los profetas, aquel a quien Él tenía que anunciar como el precursor. Pero lo que estaba viendo que Jesús hacía y decía no coincidía con la idea de lo que Jesús debía hacer. Jesús no se comportaba como ellos pensaban que tenía que ser el Mesías.

Jesús responde a Juan con citas del Antiguo Testamento que anunciaban la realización de la justicia, la misericordia y la felicidad. Jesús toma partido decididamente por los pobres, los humildes, los sencillos, los necesitados, los de corazón abierto, los pacíficos, los misericordiosos.

Estas palabras también deben resonar en nuestro corazón, si el nuestro no es pobre, sencillo, humilde, necesitado y misericordioso, difícilmente va a nacer en él Jesús. Juan ante la duda se atrevió a preguntar a Jesús si Él era el Mesías, ¿me atreveré yo a preguntárselo?

jueves, 8 de diciembre de 2022

Hoy celebramos a la Inmaculada Concepción

En el recorrido, en el camino de este tiempo de Adviento nos encontramos con esta celebración de la Inmaculada Concepción, una de las fiestas grandes de la Madre de Jesús. María, es considerada por la Iglesia la primera entre todos los santos. Este calificativo nos indica que en ella podemos ver un modelo perfecto de a qué estamos llamados los cristianos. María reunió en su vida una serie de actitudes que la hicieron mantenerse pura a lo largo de toda su existencia: la humildad de quien se sabe pequeña, la disponibilidad absoluta de servicio al que la necesita, la confianza en Dios, la discreción sin buscar protagonismo, la fe confiada de la que cree sin haber visto, todas estas cosas la hacen ser la primera entre todos.

María con su ejemplo nos guía en el camino hacia la Navidad, ella nos indica el camino, sólo queda que yo me decida a seguirlo de una vez por todas, sólo queda que yo tenga el coraje suficiente como para ser más constante y firme a la hora del seguimiento de Jesús.

domingo, 4 de diciembre de 2022

Señor, dame fuerzas...

Señor dame fuerzas para que me siga preparando como se merece el nacimiento de Jesús. 
Que siga teniendo mi mirada fija en la gruta de Belén, donde se va a producir el gran acontecimiento.
Que no mire para otro lado, y sobre todo, que sea capaz de cambiar en mi vida lo que tenga que cambiar, para prepararme a su nacimiento. 
Se lo pedimos al Señor, y lo hacemos al tiempo que recordamos a los que menos tienen, a los pobres, a los que les va a faltar de todo también en Navidad.

Domingo II de Adviento, A

En este segundo domingo de Adviento aparece en las lecturas el que es una de las figuras prototipo de este tiempo: Juan el Bautista. La primera actividad que nos refiere el evangelio de San Mateo es su predicación. El contenido de sus palabras es la llamada a la conversión y el anuncio de la cercanía del Reino.

Y a él acuden todos los que no están conformes con su forma de vivir, o de ser, los que reconocen que necesitan convertirse. Su reacción ante la presencia de saduceos y fariseos, representantes del judaísmo oficial, es una reacción muy fuerte descalificando su modo de actuar y de ser, echándoles en cara su falta de obras buenas, creyéndose salvados sólo por pertenecer al pueblo escogido, y esto es una de las cosas que el que va a venir va a cambiar, la salvación del que va a venir no será restringida sólo para unos pocos, sino que su salvación será para todos los pueblos, para todos los que quieran acogerla por encima de país, raza o color, y lo que juzgará si se acepta esta salvación o no, serán la obras que cada uno hace, que son las que dan razón de esa salvación.

Juan el Bautista, nos apunta, por tanto, otra dimensión del Adviento, la de la conversión personal, la del reconocimiento de los propios pecados. Para recibir bien a Jesús debo sentirme humilde ante su pequeñez, para descubrirlo con autenticidad debo sentirme pequeño como Él, es una nueva llamada a echar por tierra todo lo que signifique soberbia, o creerse merecedor de algo delante de Dios.

domingo, 27 de noviembre de 2022

I Domingo de Adviento, A

Un año más iniciamos este tiempo en el que la Iglesia nos invita a la oración, a la conversión y a la espera, a prepararnos para la venida del Mesías, de nuestro Salvador, de Jesús de Nazaret.

Ante esta invitación podemos pasar de largo, enredados en todos los quehaceres cotidianos, o pararnos y tomar conciencia del momento que vivimos. El Adviento es, precisamente, esto, una nueva oportunidad. Una nueva oportunidad para el encuentro con Jesús. Nuestra pregunta de este tiempo debe ser ¿cómo tengo que prepararme para recibir a Jesús como se merece?, esta es la pregunta que el cristiano tiene que intentar responder en este tiempo de preparación. Las lecturas de cada domingo nos irán dando pistas que yo tengo que intentar ir descubriendo, para ver lo que Dios me pide, y sobre todo, lo que yo estoy dispuesto a dar.

El profeta Isaías nos pide que, para recibir bien a Jesús, tengo que buscar la paz... la paz en los ambientes donde mi vida se desenvuelva.

Pablo y el evangelio de San Mateo, nos piden que estemos alertas. Es esta otra característica del adviento, es como un tiempo de expectación, ante lo que va a suceder. Y sobre todo velar, es decir prepararnos ante lo que va a suceder, que cuando llegue no nos coja desprevenidos. Por eso el Adviento, es tiempo de reflexión, tiempo para orar, tiempo de planificar la Navidad, tiempo de practicar la misericordia, la paz, y la conversión personal.

Como vemos es mucha la tarea que nos falta.

domingo, 20 de noviembre de 2022

Cristo, Rey del Universo

Hoy último domingo del Año Litúrgico, miramos a Jesús en el momento de la Cruz. Ahí aparece el rey, burlado, azotado, soportando el dolor, entregando su vida, que rey tan contradictorio y misterioso, ese rey que dice que no es más importante el que se sienta a la mesa, sino el que sirve la mesa, y que dice que El está como el que sirve.

En el trance de la cruz Jesús se sigue comportando como trasparencia de la misericordia divina, ejerciendo su oficio de salvador, rescatando a quien puede para el paraíso. Siempre perdonando y siempre acogiendo. La salvación de Jesús se nos muestra por lo tanto, no como algo restringido, reducido, sino abierto y universal.

domingo, 13 de noviembre de 2022

Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario, ciclo C

Jesús nos dice no es dejéis engañar. Cuando alguien nos hable en nombre de Jesús, si tenemos dudas sobre si es auténtico testigo o no, no lo dudemos, oigamos lo que dice, pero sobre todo veamos su vida: si no busca nada para su propio interés, si sus preferidos son los preferidos de Jesús, si no le interesa únicamente los primeros puestos, si su principal virtud es el servicio desinteresado, a ese es al que tenemos que escuchar y seguir.

El aviso de las dificultades del seguimiento, tampoco viene mal. Todos sabemos, analizando nuestra propia vida de creyentes, las dificultades de ser un buen seguidor de Jesús hoy. Gracias a Dios, en nuestra cultura, por lo menos, han pasado los tiempos en lo que el creyente en Jesús se jugaba la vida por serlo. Pero a lo largo de toda la Historia de la Iglesia, el creyente auténtico con manifestaciones muy diversas ha tenido sus dificultades, y las seguirá teniendo porque la cruz es algo consustancial a nuestra fe, la autenticidad a la hora de vivir algo, prácticamente siempre va acompañada de momentos de dolor.

¿Cuáles son las dificultades de nuestro tiempo?, salvando las que cada uno descubre en su vivencia personal, lo que son nuestros pecados, nuestros fallos, nuestras debilidades, nuestra falta de compromiso, que todos debemos saber reconocer. Esta sociedad que nos ha tocado vivir, a la que el sentimiento religioso cada vez le resulta más indiferente, intenta empujar al creyente al olvido, quiere reducir lo religioso al ámbito de la conciencia individual, sin que este sentimiento tenga nada que aportar en el ámbito de la convivencia. Lo religioso es considerado como antiguo, superado, que pone trabas a todo lo que signifique progreso y modernidad, incluso se etiqueta al hombre religioso como enemigo de la convivencia democrática. Es verdad que los creyentes tenemos que mirar hacia nosotros mismos y ver lo que tenemos que ir cambiando, para que sin perder nuestra identidad, sepamos responder a los retos del hombre de nuestro tiempo, del hombre del siglo XXI, pero y creo que todos estamos convencidos, que la vivencia religiosa auténtica, puede aportar mucho a la felicidad y a la realización individual de las personas.

sábado, 5 de noviembre de 2022

6 de Noviembre: Día de la Iglesia Diocesana

 El secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia lanza la campaña para el Día de la Iglesia diocesana, que este año se celebra el domingo 6 de noviembre. Una jornada que se convierte en una oportunidad para dar las «Gracias por tanto», que es el lema que se propone para este año.

El Día de la Iglesia diocesana es un día de fiesta. Un día para celebrar que “juntos logramos una parroquia viva, apasionada por Jesucristo y entregada a los demás”. Cada año, esta campaña, pone su empeño en recordar que en la parroquia nacemos a la fe y en ella descubrimos que somos una familia dentro de otra gran familia, la de los hijos de Dios. Pero además, activa a “esta gran familia” a ponerse al servicio de los demás y a contribuir para hacer una parroquia más comprometida y cercana porque “juntos llegamos más lejos”. 


Domingo XXXII del Tiempo Ordinario C

Cuando los cristianos confesamos nuestra fe en la resurrección, cuando confesamos nuestra fe en ese Dios bondadoso que nos acoge después de la muerte ¿sabemos lo que decimos, y a lo que nos compromete? Jesús en el evangelio de hoy rompe los esquemas de aquellos que intentaron pillarle. Hoy también quiere romper los nuestros y nos pide que vivamos nuestra vida con tal intensidad que no nos aflijamos ante la muerte como los hombres sin esperanza. Nos pide que miremos su cruz y que no olvidemos la resurrección que el nos quiso regalar.

Señor aumenta nuestra fe también en esos momentos en los que nos cuesta mas descubrirte, en los que nos cuesta tanto reconocerte, en los que nos cuesta más sentirte a nuestro lado, en los momentos de dolor, soledad y muerte. Se lo pedimos al Señor, y lo hacemos los unos para los otros, y lo hacemos sin olvidar a los que menos tienen, a los que sufren, están enfermos, a los que están solos o los que carecen de todo, incluso de sentirse queridos por alguien.

domingo, 30 de octubre de 2022

Domingo XXXI del Tiempo Ordinario, C

Lucas, es el evangelista más entusiasmado con los relatos que representan la cercanía de Dios hacia todos (hijo pródigo, fariseo y publicano del pasado domingo, Zaqueo) y en especial con los pecadores y los marginados a quienes libera de su marginación y les inyecta una gran dosis de libertad, alegría y cariño. Si queremos descubrir textos evangélicos en los que se destaque la misericordia de Dios sin dudarlo, debemos acudir al evangelista San Lucas.
 
Podemos considerar a Zaqueo como un buen reflejo del hombre de nuestro tiempo y de siempre, incluso de cada uno de nosotros, sin duda de cada uno de nosotros. Zaqueo era un hombre, al que el peso de su dinero no le había dejado crecer, y por lo tanto, no le dejaba ver más allá de sí mismo. Era un hombre al que la cultura de su tiempo le impedía mirar por encima de sus intereses materiales. El se encontraba, como todos nosotros, atrapados en nuestros quehaceres ordinarios, sin tener tiempo para nada más, porque no nos sobra el tiempo para nada. Cuando un día empujado por su propia insatisfacción, quiso elevarse por encima de sí mismo y de sus ocupaciones, se encontró con Jesús y Él le ayudó a dar un vuelco a su vida. Subiéndose a la higuera supo superarse a sí mismo y superar las dificultades que le rodeaban. Zaqueo entendió que Dios hace cosas inmensas, pero que también está detrás de lo sencillo y lo pequeño, transformando el corazón de las personas para hacernos sensibles y sencillos como Él. El encuentro con Jesús, cambia a Zaqueo, lo transforma, le da la vuelta de arriba abajo. Nosotros que nos sentimos muy cerca de Él, posiblemente todavía no nos hayamos encontrado de verdad con el Señor, no nos hemos atrevido a aceptar la invitación de Jesús de comer en nuestra casa. Zaqueo hizo realidad el encuentro con Jesús no solo cambiando su forma de pensar, sino demostrándolo con hechos, “si de alguno me he aprovechado, le devolveré cuatro veces más”. Por eso podemos preguntarnos ¿Cómo demuestro yo mi cercanía con el Señor?


viernes, 28 de octubre de 2022

Santos y Difuntos 2023

Presentamos a continuación los horarios para Santos y Difuntos de las parroquias de la unidad Pastoral de Padrón


 

domingo, 2 de octubre de 2022

XXVII Domingo del Tiempo Ordinario C

 Todo bautizado, todo cristiano, por el mero hecho de serlo está llamado de una u otra manera a construir el Reino de Dios en el mundo en el que vive. Cada uno tenemos nuestra misión. Cada uno en su sitio, en la oficina, en su lugar de trabajo, en la universidad, en la escuela, cada uno donde vive, en su familia, en su bloque, en el barrio; sin hacer quizá grandes cosas, pero si con la convicción y la seguridad de que lo que hacemos está bien, y esa certeza solo la puede dar la fe. Nuestra comunidad parroquial de San Blas pretende ser ese grano de mostaza, pequeño por fuera pero grande por dentro. Quiere seguir viviendo su compromiso de fe en este mundo que nos ha tocado vivir y que queremos, aunque no nos gusten muchas de las cosas que vemos en él.

Pero estos comienzos, en una comunidad que se siente enviada, que lo que pretende es ser testigo de otro que le marca el camino, una comunidad que sabe que las fuerzas para conseguir lo que nos propongamos no depende de nosotros, esa comunidad lo primero que hace, y es lo que hacemos nosotros hoy, es ponernos en las manos del señor. Y ¿por qué nos ofrecemos al Señor? Porque sabemos que el que da el fruto es él, porque sabemos que con nuestras fuerzas no podemos nada, y que en el fondo somos pecadores, porque casi no podemos ni poner nuestro testimonio como modelo de nada porque también fallamos. Todo lo que consigamos, se lo deberemos a él, y no podremos presumir de nada.

domingo, 25 de septiembre de 2022

XXVI Domingo del Tiempo Ordinario C

En el evangelio de hoy, el hombre que se sentía a gusto como estaba, no escucha a Dios ni escucha al pobre, su mente y su corazón están puestos en exclusiva en las riquezas y en la comodidad, y no le importa nada más, no es que sólo no le importe es que no necesita más.

Vivir en el seguimiento de Jesús es para nosotros una tensión permanente. La tensión entre buscar la propia voluntad y la voluntad de Dios, sobre todo cuando ambas no coinciden. Nos movemos en este dilema continuo. Esto se manifiesta en una serie de situaciones muy concretas, por ejemplo: vivir cómodamente o vivir en actitud de servicio, o sea, yo quiero vivir cómodamente y el Señor me pide vivir en actitud de servicio; vivir mi vida o vivir para los otros; vivir pegado a la vida temporal o vivir en la búsqueda del más allá; escuchar las voces que me complacen, que me adulan o escuchar la llamada permanente a la conversión que Dios me hace. Podríamos añadir otras muchas situaciones.

Continuamente nuestra vida se mueve en esta disyuntiva a la hora de decidirse, es verdad que es esta una lucha continua, pero nuestra opción por Jesús nos exige que revisemos cuáles son nuestras opciones prioritarias. Decidirnos por Él nos exige un poco más de compromiso a la hora de saber lo que tenemos que hacer. Decidirnos por Él, significará más de una vez dejar de lado lo que a mí me gustaría hacer y escoger el camino que Él me propone. Ojalá, a la hora de tomar esta decisión tengamos un poco más en cuenta lo que significa sacrificio, esfuerzo y compromiso personal y dejemos de lado lo que significa, dejadez, pesimismo, pereza y desilusión.

Misas e intenciones de la parroquia de Iria Flavia

 


Misas e intenciones de la parroquia de Padrón

 


domingo, 18 de septiembre de 2022

Misas e intenciones de la parroquia de Padrón

 


XXV Domingo del Tiempo Ordinario (C)

En el evangelio, Jesús nos vuelve a poner otra de esas exigencias que cuando la escuchamos hace que algo chirríe en nuestro interior: no podéis servir a Dios y al dinero (recordemos que esto, está dicho hace veinte siglos). Si hace dos domingos nos decía que el afecto hacía Él debería estar por encima del de nuestra propia familia, hoy nos lanza este nuevo reto.
 
Jesús no condena el dinero, que es algo imprescindible para vivir. Pero nos pide que apliquemos algunos elementos correctores que sí son importantes, por ejemplo, que el dinero no sea el centro de nuestra vida, o sea que nuestra vida no se mueva únicamente por el deseo de tener cuanto más mejor, sino que haya otros valores que influyan más decisivamente en mi modo de vivir, que haya otras cosas que me preocupen más que ese deseo desproporcionado y enfermizo de poseer cuanto más poder económico mejor.
 
Miremos a nuestro alrededor y veamos donde podemos demostrar nuestra solidaridad con los que tienen menos que nosotros. Es decir, ojalá estas palabras de Jesús despierten en mí esa necesidad de ayudar un poco más a los demás, también desde el punto de vista material. Si lo pienso un poco descubriré que puedo hacer más de lo que hago. Hoy la palabra de Dios me pide que revise este aspecto de mi vida de compromiso cristiano ¿hasta dónde me voy a comprometer a llegar?

domingo, 11 de septiembre de 2022

Domingo 24º del Tiempo Ordinario C

 Nuestro Dios es la imagen perfecta de la misericordia. Cuando tantas veces nuestra forma de actuar sería irritante para cualquiera, cuando la repetición de nuestros pecados es algo persistente, cuando la falta de credibilidad de nuestras promesas de cambio son tan evidentes, que harían reaccionar a cualquiera con un ¡ya está bien¡, Él es capaz de cumplir siempre con su promesa, es capaz de no dejarnos abandonados, es capaz de perdonar y de olvidar, cosa que como nosotros no hacemos, no nos creemos que Dios lo haga, y de ahí esa costumbre de repetir en nuestras confesiones el pedir perdón por todos los pecados de nuestra vida pasada, cuando Dios ya se ha olvidado de ellos desde la primera vez que los confesé. Dios es capaz de perdonar y de olvidar. Y para hacer esto hace falta tener un corazón muy misericordioso. No le demos más vueltas, la misericordia es la primera actitud de Dios, del Dios de Jesús, del Dios en el que creemos.

La reflexión interior sobre esta realidad es un buen punto de partida para comenzar este nuevo curso pastoral. No tengo que permitirme seguir como siempre, en algo tengo que demostrar que mi vida de fe también va dando pasos hacia una mayor profundización y vivencia personal de lo que creo, ¿qué es lo que yo voy a intentar hacer mejor a partir de ahora?, ¿con qué gesto concreto voy a demostrar que mi vida de fe es un poco más comprometida?

domingo, 4 de septiembre de 2022

Dominjgo XXIII del Tiempo Ordinario (C)

En el Evangelio de hoy, encontramos a Jesús recorriendo su camino hacia Jerusalén. Jesús pensó que era una buena ocasión para enumerar a los que le seguían las condiciones necesarias para hacer un buen seguimiento. La primera es que todo nuestro afecto debe estar dirigido a su persona. La segunda condición es la de la cruz. El que sea discípulo de Jesús, habrá de aceptar, voluntariamente, como Él, la cruz, y seguir el camino que Él nos enseñó. Y la cruz, como ya sabemos, la encontramos todos los días en nuestro vivir diario, cada uno sabe cual es la suya, la clave de la cuestión está en saber aceptarla, en saber llevarla con dignidad, en trabajar para hacerla mas llevadera a nosotros y a los demás, en saber compartir la misma suerte de Jesús. Y la tercera de las condiciones: el que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío. La frase aparece como de repente, sin ninguna introducción que pudiera preparar a los que le escuchaban. Jesús tiene que ser más valioso para nosotros que todos los bienes que podamos tener.

Cuando ya estamos dejando atrás el periodo vacacional, y nos disponemos a comenzar un nuevo curso en todos los sentidos también en el pastoral, y en el de nuestra vida religiosa y parroquial, debo intentar avanzar un poco, en las cosas que creo, y a las que voy a comprometerme. ¿Para ser discípulo de Jesús, que es lo que yo voy a mejorar en este nuevo curso? ¿Voy a seguir haciendo lo mismo de siempre?