Corría el año 30 cuando Jesús fue
crucificado. Tres días después de su muerte, resucitó. Primero se le apareció a
María Magdalena, luego a Pedro y a los demás apóstoles que se encontraban
reunidos en Jerusalén.
La siguiente vez que Jesús
resucitado se apareció fue en Galilea a los discípulos, y lo hizo varias veces. Aquí,
les dijo: “Se me ha dado poder en el
cielo y en la tierra; id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar
todo cuanto yo os he mandado” (Mt 28, 18-20). Con estas palabras,
Jesucristo dio a su Iglesia autoridad para predicar la Buena Nueva y les mandó
hacer discípulos en todo el mundo.
(Altar Mayor de la Iglesia parroquial
de Santiago Apóstol de Padrón)
de Santiago Apóstol de Padrón)
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