La campaña de Manos Unidas 2013, “No hay justicia
sin igualdad”, se propone sensibilizar y actuar sobre el tercer
objetivo del milenio: promover la igualdad entre los sexos y la
autonomía de la mujer.
La mujer, a lo largo de la historia, ha sido y es víctima de violencia
física, sexual y psicológica. Son también las niñas y mujeres las
grandes víctimas del comercio de personas, así como de graves
decisiones constantes como el aborto de niñas, y infanticidio o abandono de las
ya nacidas.
La campaña de Manos Unidas 2013 denuncia que se dan graves
discriminaciones de las mujeres en asistencia sanitaria y
alimentación.
Y no menos destacable es la vulneración que sufren de derechos tan
esenciales como su propia libertad, la capacidad de tomar sus propias
decisiones o el derecho a ser titular de los mismos bienes que los hombres.
Es totalmente cierto que “No hay justicia sin igualdad”, como bien dice el
lema de la campaña de Manos Unidas 2013. Las mujeres ven, en muchos casos,
impedido su acceso a la educación, y este hecho impide que las
mujeres puedan acceder por igual al trabajo, de modo que se encuentran en una
situación de especial vulnerabilidad ante la pobreza y la falta de respeto a su
integridad física, psíquica y moral.
El camino para acabar con todas estas desigualdades pasa
entonces por acabar con todo aquello que impide a las mujeres el acceso a la
educación, el trabajo y la política.
En este sentido, Manos Unidas, con su campaña 2013 “Sin justicia no
hay igualdad” quiere contribuir con esta campaña a acabar con las raíces de la
discriminación que sufren las mujeres y apoyar proyectos que reconocen
su dignidad para impulsar el desarrollo integral de las personas y de los
pueblos.
Andrea Coll
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