Celebramos hoy el séptimo día de la Novena a Santa Rita. Reflexión para hoy: Camino de humildad.
La fama de santidad de santa Rita era notoria entre sus
hermanas de hábito y conocidos. Su experiencia mística y su
participación intensa y prolongada en la pasión de Cristo era
evidente. A pesar de todo ello, Rita nunca se creyó
perfecta: siempre hubo en ella un deseo de mejorar, de avanzar en
la perfección, de recorrer día a día el camino que lleva a la unión
con el Señor, a través de la práctica de la virtud de la humildad.
San Agustín fue el teólogo de la humildad. Rita, siguiendo su
doctrina, aprende que la humildad es el fundamento de todas las
virtudes, el único camino recto para llegar a la santidad: "Cuantas
veces me preguntes sobre los preceptos de la vida cristiana, no te
responderé otra cosa sino humildad, aunque la necesidad me
obligase tal vez a decir otras" (San Agustín, Epist. 118, 22).
Uno de los rasgos de la humildad cristiana es reconocer lo que
somos en realidad, es decir, frágiles y pecadores. Otro es confesar la
grandeza y el amor de Dios, a quien debemos todo lo que de
bueno existe en nosotros. Rita, que vive en humildad
y sufrimiento, en obediencia y servicio a los demás, crece en
santidad y nos enseña la manera de progresar en la virtud: caminar
en humildad.
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