sábado, 16 de mayo de 2020

Tercer día de la Novena a santa Rita

Reflexión para este tercer día de la novena: Bienaventurados los que trabajan por la paz.


La ciudad de Casia, en tiempos de santa Rita, era una ciudad dividida, llena de rivalidades, con divisiones muy profundas entre las familias. El asesinato del marido de Rita fue fruto de esa situación.

Según la costumbre de la época, ninguna viuda de un asesinado podía entrar en un monasterio hasta que no se hubiesen apagado los odios, hasta que la paz y la serenidad no asegurasen una vida dedicada por completo a Dios, para que no causase problemas al monasterio. El perdón de Rita a sus enemigos no se quedó en pura teoría, sino que pasó a la acción. Rita trabajó incansablemente para sembrar la paz y la concordia en las familias rivales de Casia; a su entrada en el monasterio ya había conseguido la reconciliación.

Rita, que sufrió tanto por las riñas y discordias entre seres queridos, nos puede repetir hoy las Palabras de san Agustín: "Ama la paz, ten paz, posee la paz, conquista a cuantos puedas para que posean la paz. ¡Qué bien es amar la paz! Es decir, el poseerla. Tened paz, hermanos. Si queréis atraer a los demás hacia ella, sed los primeros en poseerla y retenerla. Arda en vosotros lo que poseéis, para encender a los demás" (San Agustín, Sermo 357, 2- 30). 

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