viernes, 22 de mayo de 2020

Celebramos hoy a Santa Rita

Santa Rita es una de las santas más populares de la Iglesia. Conocida como la "Santa de lo Imposible" por sus impresionantes respuestas a las oraciones, como también por los notables sucesos de su propia vida.

Reflexión: La alegría en el servicio de Dios. 

Parece, a primera vista, que la alegría no es una virtud propia de santa Rita y que de su vida no podemos aprender la verdadera lección del gozo cristiano. Su vida estuvo sembrada de tristes y dramáticos acontecimientos, pero, no obstante los dramas y las cruces de su vida, su corazón estuvo lleno de un consuelo intimo que difundió en su entorno. Dos son las razones que corroboran esta actitud en la vida de Rita: la primera es que la alegría es un componente inseparable de la santidad cristiana; la segunda es que Rita ha recibido de Dios la misión de hacerla florecer en el corazón y en los labios de sus devotos. 

Santa Rita nos enseña la manera de dar el perdón pronto y generoso; la alegría de la paz buscada como bien supremo, del amor fraterno intenso y sincero, de la fe plena y filial en Dios. Santa Rita nos enseña la dicha profunda que nace de la cruz, llevada con Cristo y por Cristo. 

Alimentada en esta fuente inagotable de consuelo cristiano, nuestra santa lo difundió copiosamente mientras vivió y la sigue difundiendo ahora, después de muerta, en ese círculo de sus devotos que se extiende hasta los confines de la Iglesia, cumpliendo la misión que Dios le ha encomendado de interceder en favor de los afligidos, de los que sufren. Su intercesión es tan poderosa, que el pueblo cristiano la llama la santa de los imposibles, la abogada de los casos más desesperados. Los prodigios que Dios realiza por su intercesión son un signo y una enseñanza: un signo de que él está presente en medio de su pueblo, que peregrina hacia la patria celeste; una enseñanza, para imitar la virtud de santa Rita y aprender el mensaje de servicio que se desprende de su vida. 

Oración a santa Rita por una causa imposible

Bajo el peso del dolor, a ti, querida santa Rita, yo recurro confiado en ser escuchado. Libera, te ruego, mi pobre corazón de las angustias que lo oprimen y devuelve la calma a mi espíritu, lleno de preocupaciones.

Tú que fuiste elegida por Dios como abogada de los casos más desesperados, obtén la gracia que ardientemente te pido [pedir la gracia que se desea].

Si mis culpas son un obstáculo para el cumplimiento de mis deseos, obténme de Dios la gracia del arrepentimiento y del perdón mediante una sincera confesión.

No permitas que durante más tiempo yo derrame lágrimas de amargura.

Oh, santa de la espina y de la rosa, premia mi gran esperanza en ti,
y en todas partes daré a conocer tu gran misericordia con las almas afligidas.

Oh Esposa de Jesús Crucificado, ayúdame a bien vivir y a bien morir. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario