Los tiempos litúrgicos no existen sólo para la misa de los domingos, sino también para nuestro beneficio espiritual diario. A continuación, podemos leer un conjunto de cosas que podemos hacer para entrar en este espíritu del Adviento, un espíritu de expectación, vigilancia, arrepentimiento y alegría.
– Reza:
“Rezar el Rosario todos los días centrándonos en los Misterios Gozosos”
– Ayuna:
o “hacer un programa de ayuno para Adviento y ser moderado con la comida y la bebida en las fiestas de Navidad”
o “ver menos la televisión durante este tiempo o, por lo menos, ver la televisión en Navidad con la familia o los amigos”
o “bajar el ritmo de compras”.
– Dónate:
o “recupera las obras corporales y espirituales de misericordia y realízalas una a una cada semana hasta que llegue la Navidad. Hay mucha gente herida que necesita sentir y recibir nuestro amor”.
o “háblales del sacramento de la Penitencia a tus amigos y familia y llévalos a un buen sacerdote para que se puedan confesar. ¿Cómo puede superar a eso un simple regalo de Navidad?”
– Actúa:
o “no tires el árbol de Navidad o quites el Belén justo después del 25 de diciembre, el tiempo de Navidad no ha hecho más que empezar”
o “cumple los propósitos de Año Nuevo”.
Estas sugerencias son sólo unas pocas de las muchas maneras que podemos seguir para entrar en este tiempo de Adviento. La Iglesia nos ofrece este momento de espera para que nos podamos preparar más plenamente para la alegría y la gracia que recibimos en Navidad.
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