Última Cena
Al atardecer del jueves, Jesús y sus discípulos se reunieron en Jerusalén en una habitación situada en la parte alta de una casa y que hoy conocemos como Cenáculo. Quería celebrar con ellos la cena de pascua en recuerdo de la liberación de Egipto. Con este banquete, dio un sentido definitivo a la pascua judía, pues atribuirá un significado nuevo al pan y al vino compartidos: "esto es mi cuerpo", "esta es mi sangre". En el pan, que es su cuerpo "entregado", y en el vino, que es su sangre "derramada", Jesús resumía toda su vida y misión, y anticipaba el sentido de su sacrificio en la cruz como ofrenda al Padre por la salvación de la humanidad. En esta cena, Jesús lavó los pies a sus discípulos. Jesús es el Mesías siendo el criado de la mesa (es decir, de los apóstoles, que son sus comensales), realizando a favor de ellos, un gesto de servicio real (humano).
Mientras cenaban, Judas salió sigilosamente para traicionarle.
Mientras cenaban, Judas salió sigilosamente para traicionarle.
Getsemaní
Después de cantar los himnos, como era costumbre, salieron de noche hacia el Monte de los Olivos. Jesús llevó a Pedro, Santiago y Juan al huerto de Getsemaní, donde Jesús fue a orar y esperar, en gesto de confianza dolorosa. Allí se retiró a orar él solo, pues los tres apóstoles estaban rendidos de sueño: "Padre, si es posible, líbrame de esta copa amarga, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Mt 26, 39). Finalmente, comprendiendo que no podía pasar sin beber la copa de la amargura, Jesús se sometió a la voluntad del Padre y fue al encuentro del traidor.
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