El Evangelio de hoy nos presenta el anuncio del ángel Gabriel a María, una escena que nos invita a contemplar el misterio de la Encarnación. Ella, una mujer humilde y con una gran fe, nos enseña a recibir a Dios en nuestras vidas con un corazón abierto y confiado.
En estos días de preparación, recordemos la importancia de hacer espacio en nuestras vidas para lo esencial: la presencia de Dios entre nosotros. Como María, podemos ser instrumentos de su amor y gracia, llevando esperanza y luz a quienes nos rodean. El texto del Evangelio de hoy nos anima a confiar en las promesas de Dios, a pesar de nuestras dudas y temores. Nos recuerda que, en medio de las ocupaciones y distracciones de la vida, lo más importante es acoger a Jesús en nuestros corazones y vidas.
Que este Adviento sea un tiempo de espera activa y de preparación, no solo para celebrar un evento histórico, sino para renovar nuestro compromiso de vivir conforme al mensaje de amor, paz y esperanza que Jesús trae al mundo. Que, al igual que María, podamos responder con un 'sí' lleno de fe y amor, permitiendo que Dios obre maravillas en y a través de nosotros.
En estos días de preparación, recordemos la importancia de hacer espacio en nuestras vidas para lo esencial: la presencia de Dios entre nosotros. Como María, podemos ser instrumentos de su amor y gracia, llevando esperanza y luz a quienes nos rodean. El texto del Evangelio de hoy nos anima a confiar en las promesas de Dios, a pesar de nuestras dudas y temores. Nos recuerda que, en medio de las ocupaciones y distracciones de la vida, lo más importante es acoger a Jesús en nuestros corazones y vidas.
Que este Adviento sea un tiempo de espera activa y de preparación, no solo para celebrar un evento histórico, sino para renovar nuestro compromiso de vivir conforme al mensaje de amor, paz y esperanza que Jesús trae al mundo. Que, al igual que María, podamos responder con un 'sí' lleno de fe y amor, permitiendo que Dios obre maravillas en y a través de nosotros.
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