San José, celebramos su festividad el 19 de Marzo de cada año.
La vida de San José fue una vida de oración y silencio permaneciendo de este modo en diálogo con Dios; trabajador y honesto para mantener a su familia; padre y esposo, lleno de amor y compasión; obediente y de una profunda fe dejándose llevar en manos de Dios; hombre justo y casto.
Dos pinceladas sobre su historia...
La devoción hacia él, comenzó en el s. IV en Oriente. Fue surgiendo entre carpinteros que lo tenían como patrono, y poco a poco se fue extendiendo hasta llegar a Santa Teresa de Jesús, la santa de Ávila.
Con el Papa Sixto IV se introduce su fiesta en el calendario romano el 19 de Marzo. Es Gregorio V quien la estableció en 1621 fiesta de precepto (celebración que se mantuvo hasta la reforma litúrgica del Vaticano II). A partir de entonces, van naciendo las primeras congregaciones que llevaran su nombre.
En 1870, el Papa Pío IX, declaró a San José “Patrono de la Iglesia Universal“, modelo de padre y esposo custodio de la Sagrada Familia; Juan XXIII introdujo su nombre en el canon de la misa; Pío XII lo presentó como “Patrono de los trabajadores” y San Juan Pablo II como “Custodio del Redentor“, también muy querido por el pueblo se le conoce como “Patrono de la buena muerte“.
Este año pasado, el 8 de Diciembre de 2020 el Papa Francisco con motivo del 150º aniversario de la declaración de San José, como “Patrono de la Iglesia”, escribe la Carta Apostólica “Patris Corde” (Con corazón de padre). Con el objeto de acercarnos más a San José, un padre que toda su vida nos refleja el amor a Dios y a su familia, un ejemplo de vida para todos.
Es conociéndole cómo descubrimos este amor y podemos pedir su intercesión para imitar sus virtudes. Su vida y ejemplo nos enseñan a vivir el evangelio.
Con ocasión de este Año de San José, convocado por el Papa Francisco, se conceden distintas indulgencias especiales: PINCHA AQUÍ PARA VERLAS
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