Se edificó -en un terreno cedido por la Marquesa de Parga- pegado al monte San Gregorio, en el 1739, terminando su construcción 23 años después, en el 1762, bajo la dirección del carmelita descalzo Fray Pedro de la Madre de Dios y con la inestimable aportación económica de D. Alonso de la Peña y Montenegro, padronés que llegó a ser rector de la Universidad de Santiago de Compostela.
Convento de los Carmelitas Descalzos, hasta el 1836, que con motivo de la exclaustración, fue abandonado por los carmelitas e incautado por el Estado. Este se lo vendió a un comerciante llamado Manuel García Pan, que se lo cedió a la Orden de los Predicadores -dominicos-, siendo por aquel entonces Prior el padre Solla.
Es de estilo greco romano, con tres series de arcos a ambos lados y rematado en un enrejado de hierro que divide el presbiterio.
Estructuralmente el edificio tiene tres cuerpos. En la planta baja existen unos claustros de piedra que daban entrada a los refectorios; uno para la comunidad y otro más pequeño para los forasteros. En el medio del comedor se encuentra la cocina, que tiene una escalera principal, imitación de San Martín Pinario, en Santiago.
Otro cuerpo lo forma un largo corredor que sirve de acceso a las celdas orientadas al sur.
Poseía este convento una magnífica biblioteca, hoy prácticamente desaparecida.
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