jueves, 13 de abril de 2017

¿Por qué el sacerdote lava los pies de algunas personas en la Misa del Jueves Santo?

Imagínate un país y una época en que la gente andaba descalza por caminos polvorientos, con o sin sandalias. Pronto se ensuciaban los pies. Lavar los pies de los dueños era tarea del último de los criados, trabajo de esclavo. Jesús, el Maestro, El Señor, el Rey, se coloca en el puesto más humilde de todos para darnos ejemplo. No nos pide que lavemos los pies de nuestros amigos o de nuestros hermanos; lo que pretende es enseñarnos a no creernos nunca superiores a los demás, porque somos todos servidores unos de otros.





Antes de la última comida que Jesús comparte con sus discípulos, tiene un gesto sorprendente: les lava los pies. El Maestro sirve a sus amigos como un esclavo, porque los ama.


Con este acto les enseña cómo comportarse para amarse los unos a los otros: sirviéndoles.
Para recordarnos que Jesús también nos pide servir a los demás, el sacerdote repite el gesto de Jesús en la Misa del Jueves Santo.

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