Si no estamos unidos a Jesús, no podemos dar fruto. Esto es fácil de entender. Debemos estar siempre unidos a Jesús para poder dar fruto. Muchas veces, cuando nos van mal las cosas, no queremos escuchar a nadie y queremos resolver los problemas nosotros solos.
Pues Jesús nos dice que permanezcamos unidos entre nosotros y que estemos siempre unidos a Él.
Nos cuesta demasiado entender que no podemos ir por libre, que evangelizar es algo que debemos hacer en comunidad. Y a veces vivimos en un mundo que nos anima a solucionar los problema solos. Pero la fe se vive con otros, en comunión.
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