domingo, 29 de noviembre de 2020

Bendición de la Corona de Adviento

Al comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta corona con que inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo. El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona debe significar nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad.


Oremos.

La tierra, Señor, se alegra en estos días, 

y tu Iglesia desborda de gozo ante tu Hijo, el Señor, 

que se avecina como luz esplendorosa, 

para iluminar a los que yacemos en las tinieblas 

de la ignorancia, del dolor y del pecado. 

Lleno de esperanza en su venida, 

tu pueblo ha preparado esta corona con ramos del bosque 

y la ha adornado con luces. 

Ahora, pues, que vamos a empezar 

el tiempo de preparación para la venida de tu Hijo, 

te pedimos, Señor, 

que, mientras se acrecienta cada día 

el esplendor de esta corona, con nuevas luces, 

a nosotros nos ilumines 

con el esplendor de aquel que, por ser la luz del mundo, 

iluminará todas las oscuridades. 

Él que vive y reina por los siglos de los siglos.



R/.   Amén.

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