El sábado 26 de enero el Papa almorzó con un grupo de 10 jóvenes de los cinco continentes en el Seminario Mayor San José, con quienes compartió mesa, charlas y anécdotas.
El menú para este encuentro estuvo a cargo de la chef panameña Cuquita Arias de Calvo, quien preparó un almuerzo típico que incluyó galletas de concolón, minicarimañolas, empanadas patti, gazpacho, helado de remolacha, arroz con coco y platano en tentación.
Un almuerzo típico panameño
La reunión tuvo lugar después de que el Sumo Pontífice celebrara la misa con la consagración del altar de la Catedral Basílica Santa María La Antigua.
Jóvenes: sean líderes de hoy
Hablamos con Miguel Ángel Roche, uno de los invitados al almuerzo, entre los cuales se encontraba Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, Arzobispo de Panamá. "El Papa nos ha dicho que tenemos que ser líderes de hoy y comprometernos. No podemos ser jóvenes de salón sino que tenemos que estar presentes en el mundo de hoy", explica, el joven oriundo de España.
Reclamar la identidad de la juventud
Asimismo, Brenda Noriega; joven representante de los Estados Unidos, comentó que Francisco les dijo que sigan adelante, que sean protagonistas pero sobre todo "que reclamen su identidad y que hablen con los ancianos, ya que son la memoria viva de los pueblos".
Finalmente el Santo Padre les regaló una imagen de la Virgen María con el niño y una medalla con el escudo papal.
Tras disfrutar de este breve pero inolvidable almuerzo, de aproximadamente 40 minutos, siete de los diez jóvenes dieron una rueda de prensa en el Centro de Convenciones de ATLAPA para contarnos cómo se sintieron al compartir la comida con Francisco.
Por su parte, Alessandro Gisotti, Director ad interim de la Oficina de prensa de la Santa Sede, ofreció unas breves declaraciones explicando el sentido de este evento y el mensaje que el Santo Padre ha dejado a los jóvenes: "Ustedes pueden cambiar el mundo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario