sábado, 21 de junio de 2025

Solemnidad del Corpus Christi

La solemnidad del Corpus Christi nos invita a contemplar y adorar el misterio inmenso de la presencia real de Jesús en la Eucaristía. El Evangelio de este día, con la multiplicación de los panes, es mucho más que un milagro de generosidad: es una profecía viviente del banquete eucarístico. Jesús no solo sacia el hambre del cuerpo, sino que revela su deseo de alimentar nuestra alma con su propio Cuerpo y Sangre. Al decir a los discípulos: «Dadles vosotros de comer», les está preparando para la misión que recibirán después de la Resurrección: ser ministros de su presencia viva en la Eucaristía, y ofrecer al mundo el Pan que da la vida eterna.

Cada detalle del pasaje apunta a la Eucaristía: Jesús toma, bendice, parte y da, como hará en la Última Cena y como hace hoy en cada Misa. Él no da cosas: se da a sí mismo. Y cuando nos acercamos a comulgar, no recibimos un símbolo, sino a Cristo mismo, entero y vivo, con su amor, su entrega y su fuerza salvadora. Este milagro también nos recuerda que en la comunidad cristiana nadie debe quedar excluido ni pasar necesidad: la Eucaristía nos impulsa a compartir lo que somos y tenemos, a construir fraternidad y a vivir con corazón agradecido. Porque en el altar, el amor de Dios se hace pan para el camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario