domingo, 6 de agosto de 2023

Dominjgo de la Transfiguración

Para narrar la Transfiguración, Marcos emplea unos términos que son muy normales para describir situaciones vividas con tal intensidad, que uno llega a perder el sentido de la realidad, aparecen expresiones como “estaban asustados”, “no sabían lo que decían”. Para Mateo estamos sin duda ante un acontecimiento sobrenatural. Situación en la que se produce una nueva confirmación por parte de Dios de la predilección por Jesús “Este es mi Hijo amado, escuchadle”. Las palabras son la justas, precisas y suficientes para expresar la auténtica naturaleza de Jesús. Una vez pasado el suceso, los apóstoles no sabían si lo que habían vivido era real o no, cuando bajaban de la montaña y volvían al camino, seguían buscando las respuestas de qué había significado todo aquello, querían encontrar una explicación a lo que habían sentido.

Seguir a Jesús significa llegar a gozar con el, descubrirlo como lo que es, pero mientras tanto, no tengo que quedarme en la montaña, sino que tengo que bajar y seguir buscando qué quieren decir estas cosas, ¿qué es lo que significa para mí que ese Jesús en el que creo sea Dios? En definitiva tengo que analizar los tiempos para descubrir la voluntad de Dios para cada uno de nosotros. Es decir, como decimos siempre, tengo que descubrir qué es lo que tengo que hacer, para ser consecuente con mi fe, para ser consecuente con lo que creo. ¿Qué es lo que mi fe me pide? Mi condición de bautizado, mi condición de hombre o mujer de fe qué es lo que me exige, ¿cómo se traduce en mi vida?, qué es lo que yo hago para demostrar que he descubierto en ese Jesús a todo un Dios. Este es mi trabajo de creyente caminante, con muchas cosas por descubrir, esperanzado, pero con muchas dudas y vacilaciones, con muchos altibajos, pero también con mucha ilusión.


 

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