El crucifijo de la Catedral de Kiev se traslada a un búnker. La última vez fue en la Segunda Guerra Mundial.
El Santísimo, en vehículo, es escoltado y recorre las calles de una ciudad ucraniana.
Impresiona el canto de la gente, de rodillas a su paso. ¡GRAN PUEBLO UCRANIANO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario