Ayer, domingo 12 de mayo, celebrábamos el Domingo del Buen Pastor. A continuación, os dejamos algunas palabras de la homilía del día de ayer:
"En el Evangelio de hoy, aparece la figura de Cristo como el Buen Pastor, que conoce a sus ovejas y las suyas lo conocen a Él.
Hoy en día, nadie se siente a gusto si se le llama oveja, pero en la sociedad de masas en la que vivimos, somos ovejas de bastantes más rebaños de los que pensamos.
Hay un pastor que nos conduce a verdes pastizales, que nos alimenta, que cuida de nosotros y se preocupa... ¡Jesucristo! (...)
La primera representación artística que conocemos de Jesucristo, la encontramos en las catacumbas de san Calixto, en Roma. Es una pintura sobre un muro, en el que aparece Jesucristo como un pastor llevando sobre sus hombros una oveja. Los primeros cristianos representaron así a Jesús. Sin lugar a dudas, esta representación recoge de manera magnífica lo que Jesús es para nosotros: un pastor que se preocupa, que nos quiere y que da la vida por nosotros. (...)
Hoy en día, vivimos en una sociedad que tiende a la despersonalizar a los individuos. Estos ya no son personas que llevan un nombre, sino un número. (...) Sin embargo, para Jesús no somos un número, sino una persona con un nombre concreto: "Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me conocen". Hay una relación que va más allá de todo formalismo externo. Es una relación que incide en ese reconocimiento interior entre ambas partes. Un conocimiento que brota del amor. (...)
La relación que tenemos con Jesús es una relación personal, de tú a tú, de persona a persona (...) La voz de Jesús es una voz que habla a lo más profundo de nuestro corazón. Es una voz que viene a nosotros para disipar toda duda. Es una voz que salva, que sana nuestras heridas y que nos conduce hacia la vida eterna. Escuchemos esa voz. Dejémonos guiar por Jesucristo, el Buen Pastor.
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