jueves, 17 de abril de 2025

Viernes Santo

El Viernes Santo es el día en que el Amor se dejó clavar en una cruz. No es un fracaso ni una derrota: es la entrega más radical de Dios por nosotros. Jesús no muere porque le quitan la vida, sino porque Él la da libremente. Cada herida, cada palabra de burla, cada clavo… lo soporta por amor. En ese silencio del Gólgota, Dios grita cuánto valemos para Él. No estamos salvados por la fuerza, sino por la misericordia. La cruz, que era instrumento de muerte, se transforma en el trono del Rey que vence al pecado desde la humildad.

Hoy no celebramos una misa. La Iglesia se arrodilla ante la cruz, llora al Esposo herido y espera con fe. Es un día para mirar el crucifijo sin prisas, para dejar que nos hable. Porque ahí, en esa imagen de dolor y entrega, encontramos el sentido de nuestra vida. Jesús no baja de la cruz para enseñarnos que el verdadero amor no huye, que permanece hasta el final. Y por eso, el Viernes Santo no es solo una tragedia: es la esperanza sembrada en la tierra, que pronto florecerá en Resurrección.

Algunas imágenes del Jueves Santo

 

 
 
 









 






















 

 



Jueves Santo

El Jueves Santo es el día en que Jesús nos dejó dos regalos inmensos: la Eucaristía y el sacerdocio. En la Última Cena, sabiendo que iba a ser entregado, tomó el pan y el vino y los convirtió en su Cuerpo y en su Sangre. No era solo un gesto simbólico, era una entrega real, total, definitiva. Jesús se queda con nosotros en cada misa, en cada sagrario, para que nunca caminemos solos. Y junto con este don, instituyó el sacerdocio, para que siempre haya alguien que celebre la Eucaristía y nos acerque su perdón, su Palabra, su presencia. 
 
Pero el Jueves Santo también es la noche del amor llevado al extremo: Jesús, Dios hecho hombre, se arrodilla ante sus discípulos para lavarles los pies. ¡Qué fuerte! Nos muestra que amar no es solo sentir, sino servir. En nuestras familias, en nuestras parroquias, en nuestro día a día… amar es agacharse, mirar al otro con ternura y decirle: “estoy aquí para ti”. El Jueves Santo nos invita a vivir ese amor humilde y concreto que cambia el mundo desde dentro.

martes, 8 de abril de 2025

Domingo de Ramos

El Evangelio del Domingo de Ramos nos presenta la Pasión del Señor según san Lucas. Comienza con Jesús entrando en Jerusalén aclamado como rey, pero termina en la cruz, solo y rechazado. Este contraste es fuerte, pero nos dice que Jesús no es un rey de poder y apariencias, sino un Rey que ama hasta el extremo, que se entrega por nosotros. Su humildad no es debilidad, es amor verdadero. Y en medio de tanto sufrimiento, no deja de perdonar, de mirar con compasión, como lo hace con el buen ladrón: "Hoy estarás conmigo en el paraíso".

Este Evangelio nos invita a no quedarnos solo en los ramos, en el entusiasmo superficial. Nos llama a seguir a Jesús también en el camino de la cruz, en lo concreto de cada día. Él no nos promete una vida sin dolor, pero sí una vida con sentido, acompañada, redimida. Si hoy estás pasando por momentos difíciles, mira al Crucificado: no estás solo. El Evangelio nos muestra que no hay dolor, traición ni fracaso que Jesús no haya asumido por amor a nosotros. Jesús conoce el dolor, lo ha cargado, y lo ha transformado. Este Domingo de Ramos no es una derrota, sino el inicio de la mayor victoria: la del amor que no se rinde. Por eso, te animo a que esta Semana Santa te acerques a Él con un corazón sincero. No importa cuán lejos hayas estado: su mirada sigue buscando la tuya, como buscó la de Pedro tras negarlo, no para reprocharte, sino para levantarte y decirte: “Estoy contigo, siempre”.

sábado, 5 de abril de 2025

El Pregón abrió el camino hacia unos días santos vividos con profundidad

Ayer, viernes 4 de abril, la parroquia de Padrón acogió el Pregón de la Semana Santa 2025, un acto que reunió, tanto a gente de la parroquia como de fuera de ella, en la iglesia parroquial. El encargado de pronunciarlo fue D. Jesús Niño Sánchez-Guisande, Doctor en Historia de la Iglesia, quien ofreció una interesantísima reflexión sobre cómo se celebraba la Eucaristía y la Semana Santa en las primeras comunidades cristianas de la Hispania romana.

Tras el pregón, el grupo de Música Antigua Resonet, dirigido por Fernando Reyes Ferrón, ofreció un magnífico concierto con piezas seleccionadas de su repertorio, que contribuyeron a crear un ambiente de recogimiento y belleza.

Desde la parroquia queremos agradecer la asistencia y participación de todos los que nos acompañasteis en esta cita tan especial, así como la colaboración de la Cofradía del Santo Entierro de Padrón, que lo hizo posible. Que este inicio de Semana Santa nos anime a vivir estos días con fe y esperanza renovadas.

📷 Puedes ver algunas imágenes del acto en la galería que encontrarás más abajo.