Un libro publicado en Colombia sostiene que el nuevo santo que será canonizado el próximo 14 de octubre fue un Papa tan excepcional como san Juan Pablo II.
Hernán Olano García, abogado constitucionalista, canonista, profesor universitario e historiador reconocido, dedicó sus últimos veinte meses de trabajo al estudio profundo de Pablo VI, uno de los papas menos estudiados de la historia reciente, pero uno de los más influyentes en la Iglesia católica contemporánea.
Su pasión por el cardenal Montini “es una especie de deuda familiar que viene del vientre materno” ya que debido al embarazo de su madre, ella ni su padre pudieron viajar de Tunja a Bogotá para conocer, en agosto de 1968, al primer papa que visitó a un país latinoamericano.
Las razones para las que Olano García, que también es comentarista eclesiástico de radio y televisión, admire a Pablo VI van más allá de la anécdota del frustrado viaje de sus padres: “Además de ser el Papa del año de mi nacimiento y de haber hecho lo que hizo en quince años de pontificado, siempre me causó gran admiración el hecho de que fuera un niño muy enfermo, formado por su madre y su abuela, y al que no aceptaron inicialmente en el seminario por su debilidad física”.
El profesor Olano García dijo a Aleteia que además de su personal afecto hacia el llamado ‘Papa viajero’, su libro San Pablo VI, el defensor de la vida ―publicado por el Instituto Misionero Hijas de San Pablo― “pretende llenar un vacío acerca de la vida de un santo contemporáneo que hizo muchas cosas similares a las que desarrolló Juan Pablo II”.
En la obra, el autor aborda la vida del pontífice que dirigió la Iglesia entre el 21 de junio de 1963 y el 6 de agosto de 1978 en cuatro capítulos muy bien documentados, en un lenguaje sencillo, sin academicismos, y en los cuales se puede entender el pensamiento y el legado de un hombre caracterizado por su timidez, pero también por la profundidad de sus conceptos.
En particular, Olano García se adentra en el papel protagónico de Pablo VI cuando al morir san Juan XXIII asumió el papado y direccionó, en medio de controversias, incomprensiones y duras críticas, el Concilio Vaticano II, la gran asamblea de obispos y expertos de la Iglesia que entre 1962 y 1965 le dio un giro fundamental al catolicismo en un momento clave de la civilización occidental.
A pocos días de ser elevado a la dignidad de los altares, Aleteia seleccionó 14 aspectos destacados incluidos en el libro y que caracterizaron la vida y el trabajo pastoral del Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini.
- Un pintor boliviano llamado Benjamín Mendoza y Amor Flores, con graves desequilibrios mentales, intentó asesinarlo en el Aeropuerto de Manila, Filipinas, en noviembre de 1970.
- Pablo VI vendió su tiara pontificia en un millón de dólares y donó el dinero a santa Teresa de Calcuta.
- Los títulos nobiliarios que desde tiempos remotos concedía el Vaticano fueron abolidos por este papa.
- El alba que utilizó el joven Giovanni Battista para su ordenación sacerdotal fue confeccionada con el vestido de novia de su madre, Giuditta Alghisi.
- Debido a su frágil salud, algunos de sus profesores recomendaron que no fuera ordenado sacerdote. Un obispo salvó su ordenación al decir: “Bien. Ordenaremos al joven Battista para el cielo”.
- Pablo VI fue secretario de dos papas, el venerable Pío XII y san Juan XXIII.
- Él fue el primer pontífice en viajar como tal a América. Primero lo hizo a Estados Unidos en 1964 y cuatro años después a Colombia.
- Montini fue el primer jefe de la Iglesia católica en hablar personalmente ante la Asamblea General de la ONU, en 1964.
- El país que “menos” quiso el llamado ‘Papa Peregrino’ fue Polonia. Allí vivió solo seis meses.
- De las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II, Pablo VI asistió a la primera como cardenal y a las tres siguientes lo hizo en calidad de vicario de Cristo.
- El papa Francisco fue quien decidió llamar a Pablo VI como el ‘Santo de la vida humana’.
- El nuevo santo fue el primer papa en ordenar que su funeral no tuviera el boato acostumbrado en el Vaticano cuando se producía el deceso del pontífice.
- Al contrario de otros papas que murieron en las habitaciones del Vaticano, Pablo VI falleció en Castel Gandolfo, la localidad italiana en donde está ubicada la residencia de verano de los pontífices.
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