Acercándonos a la Pascua del Señor la Iglesia celebra mañana, 25 de marzo, la solemnidad de la Anunciación del Señor. En esta ocasión con la mirada puesta en la vida del enfermo y en el sufrimiento reconocemos nuestra debilidad, tristeza, incertidumbre y soledad en la noche de la enfermedad. Recordamos el sí de María, que quiso acoger de una forma gratuita y generosa la vida de Dios, a pesar de las dificultades, y recordamos la entrega de Jesús que alumbra esa oscuridad como un rayo de luz que llena con su presencia nuestra soledad y nos llena de Esperanza.
Con el lema «La luz de la fe ilumina el atardecer de la vida» los cristianos somos invitados este año a reconocer en el sufrimiento y en la enfermedad una ocasión para asociarnos a la Pasión redentora de nuestro Señor Jesucristo, y pedimos en esta eucaristía que, agradecidos por la vida, el sufrimiento no nos aplaste, que sintamos el alivio de su amor y seamos agradecidos a cuantos sufren acompañándonos con generosidad en esos momentos.
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