Que de tu sueño brotó la vida, y que en tu vida están los sueños
Que por tu aliento somos tu imagen, nos haces templo de tu promesa
Y ahora te clamamos: ¡escúchanos!
Dios de aquel Pentecostés, date a tus hijos otra vez
Regálanos tu Espíritu, Señor.
Sé como viento que libremente mueve y anima, dándonos fuerza.
Reaviva el fuego que dio tu llama y convencenos de tu Palabra.
Y danos coraje para salir…
Hacenos uno para tu gloria, y que tu gloria nos transfigure.
Que con tus dones nos acompañes en el camino de ser testigos.
Danos de alimento a Cristo…
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