viernes, 12 de diciembre de 2025

Santa Lucía, vírgen y mártir

Mañana, sábado 13 de diciembre, la Iglesia celebra la fiesta de Santa Lucía. ¿Qué sabes de esta Virgen y Mártir siciliana?


 

miércoles, 10 de diciembre de 2025

III Domingo de Adviento, A

En este evangelio vemos a Juan el Bautista, que desde la cárcel, manda a sus discípulos a preguntarle a Jesús: «¿Eres tú el que tenía que venir o tenemos que esperar a otro?». Es una escena muy humana: Juan, el gran profeta, el que había señalado a Jesús como el Cordero de Dios, ahora atraviesa la oscuridad de la duda y del sufrimiento. Jesús no se ofende por la pregunta, no reprocha nada. Simplemente responde señalando los signos: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia. Es decir: “Mira lo que está pasando. Ahí me puedes reconocer”. En tiempos de desánimo, el Señor también nos invita a mirar los signos de su presencia en nuestra vida: pequeñas curaciones del corazón, reconciliaciones, gestos de amor, fuerzas inesperadas para seguir adelante.

Al final, Jesús elogia a Juan delante de la gente: no es una caña sacudida por el viento, no es alguien que cambia de opinión según le conviene. Es un hombre firme, fiel, el más grande entre los nacidos de mujer, dice Jesús. Sin embargo, añade algo sorprendente: «el más pequeño en el Reino de los cielos es más grande que él». Con esto, el Señor nos recuerda que la verdadera grandeza no está en la fama ni en el reconocimiento, sino en pertenecer a su Reino, es decir, en vivir unidos a Él, dejándonos transformar por su gracia. En este tercer domingo de Adviento, llamado tradicionalmente “domingo de la alegría”, se nos invita a alegrarnos no porque todo nos vaya perfecto, sino porque Jesús está en medio de nosotros, actuando, sosteniéndonos en la duda, y confirmándonos con hechos que Él es realmente el que tiene que venir, nuestro Salvador.

Pasatiempos III Domingo de Adviento, A


 Ahora las soluciones: 



domingo, 7 de diciembre de 2025

8 de diciembre: Inmaculada Concepción de la VIrgen María

Hoy, 8 de diciembre, la Iglesia Católica celebra con gozo la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Esta verdad de fe, definida dogmáticamente en 1854 por el Papa Pío IX, afirma que María, desde el primer instante de su concepción, fue preservada inmune de toda mancha de pecado original por singular privilegio y gracia de Dios omnipotente, en previsión de los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano. La Inmaculada Concepción no es la concepción de Jesús (que celebramos en la Anunciación), sino el don único concedido a María para ser digna morada del Hijo de Dios. Contemplar a María, la "llena de gracia" (Lc 1, 28), nos invita a renovar nuestra esperanza en la santidad y a abrirnos a la gracia que Cristo nos ofrece para vivir libres del pecado.

A continuación, os dejamos una infografía de esta solemnidad: 


viernes, 5 de diciembre de 2025

Sábado, 6 de diciembre, Vigilia de la Inmaculada en Sanxenxo

Mañana sábado, 6 de diciembre, un grupo de jóvenes de la parroquia de Padrón participará en la Vigilia de la Inmaculada – Jornada Diocesana de Jóvenes 2025, que este año se celebrará en Sanxenxo bajo el lema: «Con María, sois el ahora de Dios».

La jornada, presidida por don Francisco, está dirigida a chicos y chicas a partir de 14 años, acompañados por sus párrocos, catequistas o animadores. Desde la mañana, los jóvenes podrán participar en distintos talleres formativos y testimoniales, en los que se abordarán temas como la importancia de vivir la fe en comunidad, la evangelización en el tiempo libre y las vacaciones, la misión, la vocación, la religiosidad popular, el papel de los jóvenes en la Iglesia o la experiencia de encuentro con Cristo en la Pascua Xoven.

La jornada incluirá además momentos de convivencia, un magazine por la tarde, la Fiesta del Perdón y, como culmen, la procesión y la Eucaristía a las 20:00 h, presidida por el obispo. La participación de los jóvenes de Padrón en este encuentro quiere ser un signo de compromiso con la Iglesia diocesana y de confianza en María como compañera de camino en la fe. 

jueves, 4 de diciembre de 2025

Mañana comienza la novena a Santa Lucía

 Mañana, en la parroquia de Padrón comenzamos la novena en honor a santa Lucía, una de las mártires más queridas de la Iglesia. Nacida en Siracusa (Sicilia) a finales del siglo III, Lucía consagró su vida a Cristo y se preocupó especialmente por los pobres y necesitados. Durante la persecución del emperador Diocleciano, se mantuvo firme en su fe y prefirió perder la vida antes que renegar de Jesucristo, entregándose como virgen y mártir hacia el año 304.

Su nombre, relacionado con la luz -Lucía” viene del latín Lux, lucis, que significa “luz”-, la ha convertido en signo de esperanza para quienes buscan claridad en medio de las dificultades, especialmente como intercesora por la salud de los ojos.

Con este espíritu, en la parroquia de Padrón tendremos la Novena a Santa Lucía, para prepararnos a su fiesta, poniendo bajo su protección a las familias, a los enfermos y a quienes más sufren. La novena será, como es costumbre, antes de la misa parroquial de las 20:00 h -8 de la tarde-.


miércoles, 3 de diciembre de 2025

II Domingo de Adviento, A

 En este domingo de Adviento se nos presenta la figura de Juan el Bautista, que grita en el desierto: «Convertíos, porque está cerca el Reino de los Cielos». No es un hombre tranquilo ni de palabras bonitas: es claro, directo, casi incómodo. Y, sin embargo, justamente por eso nos hace un gran regalo: nos despierta. Adviento no es un tiempo para el “ya lo haré”, sino para dejarnos tocar el corazón ahora. La llamada de Juan no va dirigida solo a “los demás”, sino a cada uno de nosotros, también a quienes ya vamos a Misa, rezamos y pensamos que “más o menos estamos bien”. Él nos recuerda que siempre hay en nuestra vida cosas que enderezar, actitudes que purificar, orgullos que soltar, heridas que presentar al Señor.

Cuando Juan habla del hacha puesta a la raíz del árbol y del fuego que quema la paja, no nos está presentando a un Dios vengativo, sino a un Dios serio, que toma en serio nuestra libertad y nuestro amor. Dios quiere separar en nosotros lo que es grano de lo que es paja: lo que es amor verdadero de lo que es pura apariencia. El Mesías que viene —Jesús— no se contenta con un barniz religioso; Él desea un corazón sincero, un cambio real de vida. Por eso Adviento es un tiempo para pedir: “Señor, no dejes que me acostumbre a vivir en automático; ayúdame a preparar tu camino en mi interior, a abrirte espacios concretos: en mi oración, en mi familia, en mi trabajo, en mis relaciones”. Si nos dejamos trabajar por Él, el fuego del Espíritu Santo no destruye, sino que purifica y calienta: quema lo que sobra y hace crecer en nosotros una vida más libre, más limpia y más parecida a la de Jesús.

domingo, 30 de noviembre de 2025

Misas e intenciones de la parroquia de Padrón

 


Taller de coronas de Adviento en la parroquia

El pasado fin de semana se celebró en la parroquia un taller de coronas de Adviento en el que participaron niños y jóvenes, acompañados por sus padres o abuelos. Con la ayuda de los catequistas, cada uno pudo elaborar su propia corona. En total se hicieron unas 30 coronas.

Estas coronas fueron bendecidas en la Misa parroquial del domingo y, al finalizar la celebración, cada uno se llevó a casa la corona que había preparado, para vivir este tiempo de Adviento en familia. 













 

jueves, 27 de noviembre de 2025

I Domingo de Adviento, A

El evangelio de este primer domingo de Adviento nos recuerda que la venida del Señor no es un cuento del pasado ni una amenaza para meternos miedo, sino una llamada a vivir despiertos hoy. Jesús pone el ejemplo de los días de Noé: todos seguían con su vida normal, trabajando, comiendo, casándose… pero sin contar con Dios. No es que esas cosas fueran malas, el problema es vivir como si Dios no existiera, como si todo se redujera a “ir tirando”. Adviento nos sacude un poco y nos dice: “Despierta, porque tu vida tiene un sentido más grande; el Señor viene a tu encuentro”. No sabemos el día ni la hora, pero sí sabemos que cada día es una oportunidad para abrirle la puerta del corazón.

Por eso Jesús insiste en “velar”: no se trata de estar angustiados, sino atentos, con un corazón en guardia contra la indiferencia y el egoísmo. Así como el dueño de la casa se prepara para que el ladrón no le robe, nosotros estamos llamados a cuidar lo más valioso que tenemos: la fe, el amor... Adviento es un tiempo para revisar nuestro modo de vivir, reconciliarnos, volver a la oración sencilla, a la misa vivida con más conciencia, a los pequeños gestos de caridad. Si dejamos que el Señor entre en nuestra rutina, aunque todo fuera “como siempre”, algo cambia por dentro: Él nos va transformando y nos prepara para su venida definitiva, cuando ya no habrá más lágrimas ni miedo, solo la alegría de estar para siempre con Él.

martes, 18 de noviembre de 2025

Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo

En la fiesta de Cristo Rey, el Evangelio nos muestra a Jesús “reinando” desde un lugar que nadie esperaba: la cruz (Lc 23,35-43). No lleva corona de oro, sino de espinas; no manda con gritos, perdona en silencio. A su lado, dos crucificados: uno se burla, el otro se atreve a pedir con humildad: “Jesús, acuérdate de mí”. Y Jesús, aun con el dolor a cuestas, le regala lo más grande: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Así es su realeza: no pisa a nadie, levanta; no excluye, abraza; no humilla, dignifica. Su trono es la cruz porque su poder es amar hasta el final.

Para nosotros, que vivimos entre prisas, comparaciones y miedos, esta es una gran noticia: siempre se puede volver a empezar. No necesitamos discursos perfectos; basta una oración sincera. Cuando decimos “Jesús, acuérdate de mí” —en la Misa, en la Confesión, en el cuarto antes de dormir— Él entra en nuestra historia y la cambia desde dentro. Nos enseña a reinar “a su modo”: perdonando, diciendo la verdad sin herir, poniendo a los últimos en primer lugar. Esta semana, hazte esta pregunta: ¿dónde quiero que reine Jesús hoy? Y repite con el buen ladrón: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino”. Ahí empieza la verdadera victoria.

domingo, 16 de noviembre de 2025

Misas e intenciones de la semana en Padrón

 


Domingo 33º del Tiempo Ordinario, C

 En este Evangelio, Jesús les dice a sus amigos algo que también nos sirve mucho a nosotros: no pongáis vuestra seguridad en lo que se ve, porque todo eso pasa. El templo era impresionante, como hoy puede serlo un estadio, un centro comercial o nuestras redes sociales llenas de “likes”, pero Jesús recuerda que nada de eso es eterno. Habla de guerras, terremotos, problemas… y enseguida pensamos en las noticias, en los líos del mundo, en lo que nos da miedo del futuro. Incluso avisa de que algunos se reirán de nosotros o nos tratarán mal por ser cristianos, a veces incluso dentro de la propia familia. Pero ahí viene lo más fuerte: Jesús promete estar a nuestro lado, darnos fuerza y palabras cuando no sepamos qué decir, y cuidar de nosotros hasta en los detalles más pequeños. No nos pide que lo entendamos todo, sino que perseveremos, que no abandonemos la fe cuando las cosas se ponen difíciles. “Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”: es como decirnos que lo importante no es brillar un día, sino ser fieles cada día, poquito a poco, confiando en que, pase lo que pase, en sus manos nuestra vida está segura.

jueves, 6 de noviembre de 2025

Domingo 32º del Tiempo Ordinario, C

Jesús sube a Jerusalén y encuentra el Templo convertido en mercado. No es un arranque de mal humor: es el amor el que le duele. “El celo por tu casa me devora” significa que el Padre merece un lugar limpio, libre de intereses, donde el pobre pueda rezar sin ser estafado y donde la ofrenda sea verdadera. Con ese gesto, Jesús nos recuerda que la fe no se negocia ni se usa; se vive. También a nosotros nos pide ordenar la “casa por dentro”: sacar el ruido, el cálculo, y volver a la oración sencilla, a la Eucaristía bien celebrada y a una caridad que no busca aplausos.

Cuando dice “Destruid este templo y en tres días lo levantaré”, habla de su Pascua: su Cuerpo crucificado y resucitado es el nuevo Templo donde Dios habita para siempre con nosotros. Desde entonces, la presencia de Dios no está atada a un edificio, sino a Cristo vivo, que nos reúne como “piedras vivas” y nos alimenta en la Mesa del Señor. Por eso, cuidar la casa de Dios es cuidar la liturgia, la comunidad y el corazón. Si dejamos que Jesús nos purifique, la vida cotidiana se recoloca: el trabajo se vuelve honrado, las relaciones más limpias, la oración más verdadera. Hoy podemos pedirle, sin vueltas: "Señor, ven a mi hogar; ayúdame a echar fuera lo que sobra y llena tú lo que falta para amar".

 

El arzobispo, don Francisco, anuncia el nombramiento de Don Roberto para la Comisión organizadora del Año Santo 2027

El Año Santo o Año Jubilar Compostelano es un tiempo de gracia en el que la Iglesia concede singulares beneficios espirituales, inspirado en el jubileo bíblico (cf. Lv 25) y en el anuncio de Jesús de “un año de gracia del Señor” (cf. Lc 4,16). En Santiago de Compostela es Año Santo cuando el 25 de julio, fiesta del martirio del Apóstol, cae en domingo (periodicidad 11-6-5-6 años). Su celebración, con origen en 1122 bajo Calixto II y confirmada por Alejandro III en la bula Regis aeterni (1179), ha sido reiteradamente alentada por los Papas como un camino de conversión, reconciliación y esperanza para los peregrinos.

Con este horizonte, el arzobispo de Santiago de Compostela, mons. Francisco José Prieto Fernández, ha constituido una Comisión Diocesana para el Año Santo Compostelano de 2027, encargada de coordinar, animar y acompañar la preparación espiritual y pastoral de este acontecimiento jubilar tan importante.

Nuestro párroco, don Roberto Martínez, ha sido nombrado miembro de dicha Comisión.

Junto a él, integran la Comisión: Mons. Francisco José Prieto Fernández, presidente, -en su ausencia, don José Andrés Fernández Farto, vicario general, presidirá las reuniones-, Don Javier Porro Martínez, Don Daniel Lorenzo Santos, Don Manuel Jesús Formoso Fernández, Don Elisardo Temperán Villaverde, Don Fernando Barros Fornos, y Don Manuel Á. Blanco Vázquez.

Desde ya, pedimos la oración de todos para que esta preparación nos disponga a vivir el Jubileo de 2027 como un verdadero tiempo de gracia y misión.