miércoles, 3 de diciembre de 2025

II Domingo de Adviento, A

 En este domingo de Adviento se nos presenta la figura de Juan el Bautista, que grita en el desierto: «Convertíos, porque está cerca el Reino de los Cielos». No es un hombre tranquilo ni de palabras bonitas: es claro, directo, casi incómodo. Y, sin embargo, justamente por eso nos hace un gran regalo: nos despierta. Adviento no es un tiempo para el “ya lo haré”, sino para dejarnos tocar el corazón ahora. La llamada de Juan no va dirigida solo a “los demás”, sino a cada uno de nosotros, también a quienes ya vamos a Misa, rezamos y pensamos que “más o menos estamos bien”. Él nos recuerda que siempre hay en nuestra vida cosas que enderezar, actitudes que purificar, orgullos que soltar, heridas que presentar al Señor.

Cuando Juan habla del hacha puesta a la raíz del árbol y del fuego que quema la paja, no nos está presentando a un Dios vengativo, sino a un Dios serio, que toma en serio nuestra libertad y nuestro amor. Dios quiere separar en nosotros lo que es grano de lo que es paja: lo que es amor verdadero de lo que es pura apariencia. El Mesías que viene —Jesús— no se contenta con un barniz religioso; Él desea un corazón sincero, un cambio real de vida. Por eso Adviento es un tiempo para pedir: “Señor, no dejes que me acostumbre a vivir en automático; ayúdame a preparar tu camino en mi interior, a abrirte espacios concretos: en mi oración, en mi familia, en mi trabajo, en mis relaciones”. Si nos dejamos trabajar por Él, el fuego del Espíritu Santo no destruye, sino que purifica y calienta: quema lo que sobra y hace crecer en nosotros una vida más libre, más limpia y más parecida a la de Jesús.

domingo, 30 de noviembre de 2025

Misas e intenciones de la parroquia de Padrón

 


Taller de coronas de Adviento en la parroquia

El pasado fin de semana se celebró en la parroquia un taller de coronas de Adviento en el que participaron niños y jóvenes, acompañados por sus padres o abuelos. Con la ayuda de los catequistas, cada uno pudo elaborar su propia corona. En total se hicieron unas 30 coronas.

Estas coronas fueron bendecidas en la Misa parroquial del domingo y, al finalizar la celebración, cada uno se llevó a casa la corona que había preparado, para vivir este tiempo de Adviento en familia. 













 

jueves, 27 de noviembre de 2025

I Domingo de Adviento, A

El evangelio de este primer domingo de Adviento nos recuerda que la venida del Señor no es un cuento del pasado ni una amenaza para meternos miedo, sino una llamada a vivir despiertos hoy. Jesús pone el ejemplo de los días de Noé: todos seguían con su vida normal, trabajando, comiendo, casándose… pero sin contar con Dios. No es que esas cosas fueran malas, el problema es vivir como si Dios no existiera, como si todo se redujera a “ir tirando”. Adviento nos sacude un poco y nos dice: “Despierta, porque tu vida tiene un sentido más grande; el Señor viene a tu encuentro”. No sabemos el día ni la hora, pero sí sabemos que cada día es una oportunidad para abrirle la puerta del corazón.

Por eso Jesús insiste en “velar”: no se trata de estar angustiados, sino atentos, con un corazón en guardia contra la indiferencia y el egoísmo. Así como el dueño de la casa se prepara para que el ladrón no le robe, nosotros estamos llamados a cuidar lo más valioso que tenemos: la fe, el amor... Adviento es un tiempo para revisar nuestro modo de vivir, reconciliarnos, volver a la oración sencilla, a la misa vivida con más conciencia, a los pequeños gestos de caridad. Si dejamos que el Señor entre en nuestra rutina, aunque todo fuera “como siempre”, algo cambia por dentro: Él nos va transformando y nos prepara para su venida definitiva, cuando ya no habrá más lágrimas ni miedo, solo la alegría de estar para siempre con Él.

martes, 18 de noviembre de 2025

Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo

En la fiesta de Cristo Rey, el Evangelio nos muestra a Jesús “reinando” desde un lugar que nadie esperaba: la cruz (Lc 23,35-43). No lleva corona de oro, sino de espinas; no manda con gritos, perdona en silencio. A su lado, dos crucificados: uno se burla, el otro se atreve a pedir con humildad: “Jesús, acuérdate de mí”. Y Jesús, aun con el dolor a cuestas, le regala lo más grande: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”. Así es su realeza: no pisa a nadie, levanta; no excluye, abraza; no humilla, dignifica. Su trono es la cruz porque su poder es amar hasta el final.

Para nosotros, que vivimos entre prisas, comparaciones y miedos, esta es una gran noticia: siempre se puede volver a empezar. No necesitamos discursos perfectos; basta una oración sincera. Cuando decimos “Jesús, acuérdate de mí” —en la Misa, en la Confesión, en el cuarto antes de dormir— Él entra en nuestra historia y la cambia desde dentro. Nos enseña a reinar “a su modo”: perdonando, diciendo la verdad sin herir, poniendo a los últimos en primer lugar. Esta semana, hazte esta pregunta: ¿dónde quiero que reine Jesús hoy? Y repite con el buen ladrón: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino”. Ahí empieza la verdadera victoria.

domingo, 16 de noviembre de 2025

Misas e intenciones de la semana en Padrón

 


Domingo 33º del Tiempo Ordinario, C

 En este Evangelio, Jesús les dice a sus amigos algo que también nos sirve mucho a nosotros: no pongáis vuestra seguridad en lo que se ve, porque todo eso pasa. El templo era impresionante, como hoy puede serlo un estadio, un centro comercial o nuestras redes sociales llenas de “likes”, pero Jesús recuerda que nada de eso es eterno. Habla de guerras, terremotos, problemas… y enseguida pensamos en las noticias, en los líos del mundo, en lo que nos da miedo del futuro. Incluso avisa de que algunos se reirán de nosotros o nos tratarán mal por ser cristianos, a veces incluso dentro de la propia familia. Pero ahí viene lo más fuerte: Jesús promete estar a nuestro lado, darnos fuerza y palabras cuando no sepamos qué decir, y cuidar de nosotros hasta en los detalles más pequeños. No nos pide que lo entendamos todo, sino que perseveremos, que no abandonemos la fe cuando las cosas se ponen difíciles. “Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”: es como decirnos que lo importante no es brillar un día, sino ser fieles cada día, poquito a poco, confiando en que, pase lo que pase, en sus manos nuestra vida está segura.

jueves, 6 de noviembre de 2025

Domingo 32º del Tiempo Ordinario, C

Jesús sube a Jerusalén y encuentra el Templo convertido en mercado. No es un arranque de mal humor: es el amor el que le duele. “El celo por tu casa me devora” significa que el Padre merece un lugar limpio, libre de intereses, donde el pobre pueda rezar sin ser estafado y donde la ofrenda sea verdadera. Con ese gesto, Jesús nos recuerda que la fe no se negocia ni se usa; se vive. También a nosotros nos pide ordenar la “casa por dentro”: sacar el ruido, el cálculo, y volver a la oración sencilla, a la Eucaristía bien celebrada y a una caridad que no busca aplausos.

Cuando dice “Destruid este templo y en tres días lo levantaré”, habla de su Pascua: su Cuerpo crucificado y resucitado es el nuevo Templo donde Dios habita para siempre con nosotros. Desde entonces, la presencia de Dios no está atada a un edificio, sino a Cristo vivo, que nos reúne como “piedras vivas” y nos alimenta en la Mesa del Señor. Por eso, cuidar la casa de Dios es cuidar la liturgia, la comunidad y el corazón. Si dejamos que Jesús nos purifique, la vida cotidiana se recoloca: el trabajo se vuelve honrado, las relaciones más limpias, la oración más verdadera. Hoy podemos pedirle, sin vueltas: "Señor, ven a mi hogar; ayúdame a echar fuera lo que sobra y llena tú lo que falta para amar".

 

El arzobispo, don Francisco, anuncia el nombramiento de Don Roberto para la Comisión organizadora del Año Santo 2027

El Año Santo o Año Jubilar Compostelano es un tiempo de gracia en el que la Iglesia concede singulares beneficios espirituales, inspirado en el jubileo bíblico (cf. Lv 25) y en el anuncio de Jesús de “un año de gracia del Señor” (cf. Lc 4,16). En Santiago de Compostela es Año Santo cuando el 25 de julio, fiesta del martirio del Apóstol, cae en domingo (periodicidad 11-6-5-6 años). Su celebración, con origen en 1122 bajo Calixto II y confirmada por Alejandro III en la bula Regis aeterni (1179), ha sido reiteradamente alentada por los Papas como un camino de conversión, reconciliación y esperanza para los peregrinos.

Con este horizonte, el arzobispo de Santiago de Compostela, mons. Francisco José Prieto Fernández, ha constituido una Comisión Diocesana para el Año Santo Compostelano de 2027, encargada de coordinar, animar y acompañar la preparación espiritual y pastoral de este acontecimiento jubilar tan importante.

Nuestro párroco, don Roberto Martínez, ha sido nombrado miembro de dicha Comisión.

Junto a él, integran la Comisión: Mons. Francisco José Prieto Fernández, presidente, -en su ausencia, don José Andrés Fernández Farto, vicario general, presidirá las reuniones-, Don Javier Porro Martínez, Don Daniel Lorenzo Santos, Don Manuel Jesús Formoso Fernández, Don Elisardo Temperán Villaverde, Don Fernando Barros Fornos, y Don Manuel Á. Blanco Vázquez.

Desde ya, pedimos la oración de todos para que esta preparación nos disponga a vivir el Jubileo de 2027 como un verdadero tiempo de gracia y misión.

jueves, 30 de octubre de 2025

Domingo 31º del Tiempo Ordinario C

Jesús entra en Jericó y se encuentra con Zaqueo, un hombre pequeño de estatura pero grande en deseos: quiere ver a Jesús, aunque su vida está enredada en injusticias (cf. Lc 19,1-10). Se sube a un sicómoro como quien reconoce que no llega por sí mismo, y entonces sucede lo decisivo: Jesús levanta la mirada, lo llama por su nombre y le pide hospedarse en su casa. No es Zaqueo quien se gana a Jesús; es Jesús quien se adelanta con una cercanía que desarma prejuicios. La misericordia de Dios no esquiva nuestras historias complicadas: entra en ellas, se sienta a la mesa y nos devuelve la dignidad que el pecado había opacado.

Ese encuentro cambia de raíz a Zaqueo: la alegría se vuelve conversión concreta, con reparación del daño y justicia para los pobres. La fe no se queda en un sentimiento bonito; toca la cartera, las decisiones y las relaciones. Hoy el Evangelio nos invita a dejar de mirar a Jesús “de lejos” y abrirle la puerta de la casa—de nuestras rutinas, de nuestras heridas y elecciones—para que Él haga nacer una vida nueva. Si dejamos que nos llame por nuestro nombre, también nosotros podremos decir: “Señor, aquí estoy; quiero comenzar de nuevo”, y la salvación visitará nuestro hogar. Porque el Hijo del Hombre vino “a buscar y salvar lo que estaba perdido”, y ahí estamos nosotros cuando aceptamos su mirada que levanta y su amor que transforma.

Pasatiempos Domingo 31 del Tiempo Ordinario, C


 
Aquí las soluciones:


 

 

sábado, 25 de octubre de 2025

Roberto Martínez, Peregrino de honra 2025: “Padrón é porta aberta do Camiño e símbolo de hospitalidade”

El pasado 24 de octubre, Padrón vivió un acto entrañable. El Ayuntamiento entregó a Don Roberto, párroco de Padrón, el premio "Padrón, Berce do Xacobeo" y la distinción de Peregrino de honra, en una ceremonia presidida por el alcalde Anxo Arca y arropada por vecinos y numerosas autoridades, tanto de Padrón, como de Rois y Dodro. 

Los actos comenzaron en la Casa Consistorial, donde Don Roberto firmó en el libro de honor. Desde allí, la Banda Municipal de Padrón acompañó a la comitiva hasta la Iglesia parroquial, donde se celebró la Eucaristía. Durante la homilía, "desde estas tierras de Padrón, y más concretamente, aquí, a los pies del Pedrón, umbral de la traslación apostólica, -Don Daniel hiló la memoria jacobea con la gratitud presente para proclamar, con justicia que-, Roberto ha hecho de la hospitalidad un ministerio, poniendo Padrón y su Iglesia al servicio de todos los peregrinos para que hallen paz y fe vivas".
 

 

Finalizada la Misa, se llevó a cabo la entrega del galardón. El alcalde, Anxo Arca, se dirigió a los asistentes y entregó el premio al párroco, quien a continuación, tomó la palabra para agradecer el reconocimiento y compartir unas palabras.
 

Con emoción serena, don Roberto quiso que el foco no estuviera en él: “Non é un mérito persoal, senón unha expresión de estima cara a unha traxectoria compartida e cara a esta terra, tan vencellada á tradición xacobea”, añadiendo que, “prefiro o traballo sereno, o servizo calado e as cousas que se fan sen ruído, pero co corazón enteiro”.

Hubo también un momento íntimo: una mención especialmente cariñosa a su madre y el recuerdo emocionado de su padre, fallecido hace poco más de dos meses: “Sei que lle tería alegrado fondamente compartir este momento”.


Al repasar sus casi 20 años en Padrón, el párroco habló con “memoria agradecida” de los logros y de lo que quedó pendiente; de aciertos y de errores. Pidió perdón por lo que no supo hacer mejor y citó a Rosalía de Castro para describir su sentimiento: “Non hai na terra contento que se poida comparar co de lembrar o ben pasado”.

Sobre el crecimiento del fenómeno xacobeo, aportó un dato elocuente: 79.605 personas entraron en la iglesia hasta septiembre, siendo este mes el de mayor afluencia (16.475 visitantes). Pero subrayó lo esencial: “Máis alá dos números, o importante son os rostros e as historias de quen chega buscando silencio, descanso ou sentido. Padrón segue a ser unha porta aberta do Camiño”.

Mirando al Año Santo 2027, don Roberto confía en reforzar la colaboración entre instituciones civiles y comunidad eclesial “como o mellor xeito de servir a este pobo hospitalario”. Reiteró además una reivindicación histórica: el reconocimiento oficial del Camiño de Santiago a Padrón. “A historia, a arqueoloxía e a tradición documentada amosan que moitos peregrinos, despois de chegar a Santiago, continuaban ata aquí. A oficialidade sería un acto de xustiza histórica e un impulso cultural, espiritual e turístico para toda a comarca”. “O Camiño non é só unha ruta xeográfica: é unha experiencia interior. Quen se pon en camiño busca sentido, reconciliación, horizonte”, recordó. Y situó a Padrón en el corazón de esa búsqueda: “Aquí arribou, segundo a tradición, o corpo do Apóstolo; aquí o peregrino descobre a orixe da súa fe e esperanza antes de chegar a Compostela”.
 

El párroco cerró sus palabras con un compromiso sencillo y firme: “Quero seguir sendo con vós, por vós e para vós”. Agradeció al Concello, a las entidades y a todos los colaboradores que hacen posible que Padrón siga siendo “corazón e referencia do espírito xacobeo”. Finalmente, dejó una última confidencia: “Canto puiden facer con acerto é obra Súa; os erros son responsabilidade miña”.

Como colofón, la Banda de Música interpretó varias piezas dentro del templo, poniendo música a un agradecimiento colectivo.